Dos luceros en nuestro cielo: Venus y la Estación Espacial sobre Málaga

20 de enero de 2020, 20:00. Es una fecha bonita, aunque sea lunes. Pero más bonito será aún el espectáculo que se verá por unos minutos en el cielo de Málaga.

Y es que justo a esa hora coincidirán en el firmamento dos luceros en su máximo esplendor. Por una parte, Venus, que cada año y medio (aproximadamente) se convierte en el Lucero de la tarde, y que desde hace unos días se encuentra cerca de su máximo brillo. Y, por otro lado, la Estación Espacial Internacional, ISS, que una vez al año, aproximadamente, alcanza su máximo brillo al pasar sobre Málaga, y que curiosamente, en esta ocasión coincide en luminosidad y proximidad con nuestro planeta vecino.

Dos luceros que brillarán en la noche del lunes a las 20h sobre la sierra de Mijas, y, mira por donde la casualidad, lo harán justo a la hora del fin del crepúsculo astronómico (cuando la noche se vuelve más oscura) y estando la luna cerca de la fase nueva. La magnitud del brillo, en ambos casos, es -4. Hay que tener en cuenta que la magnitud de brillo de los astros se mide en sentido inverso. Los valores negativos son muy luminosos, como el Sol (-27) o la Luna llena (-13), mientras que las estrellas más débiles tienen una magnitud positiva (+5 o +6).

En definitiva, una serie de coincidencias en el cielo que, si además se «alinean» con una noche despejada, pueden dejarnos un bonito espectáculo visual. Pero conozcamos con más detalle los sujetos de esta casualidad.

La ISS (International Space Station) es un enorme satélite, del tamaño de un campo de fútbol, que orbita a unos 400km por encima de nuestras cabezas. Actualmente está tripulado por 6 astronautas (tres americanos, dos rusos y un italiano). La estación da una vuelta a la Tierra en 92 minutos, y eventualmente pasa por encima de Málaga a una hora crepuscular en la que el Sol todavía incide sobre ella (pero no sobre nosotros), siendo claramente visible a simple vista. Cuando esto ocurre, el fenómeno se repite normalmente durante varios días seguidos, bien por la mañana o por la tarde, como en esta ocasión. Actualmente estamos inmersos en una magnífica racha de «visitas» que empezó el 17 de enero y se prolongará hasta primeros de febrero. En particular, el 19 de enero se verá dos veces (a las 19:10 y, tras dar una vuelta a la Tierra, a las 20:45), y el 20 de enero alcanzará su máximo brillo, con magnitud -3.8, a las 19:59.

Próximos pasos de la Estación Espacial por Málaga (fuente: Heavens-Above):

Nuestro planeta más cercano y parecido, Venus, gira en una órbita interior a la de la Tierra, y por eso nunca podremos verlo a media noche, cuando nuestros ojos solo pueden mirar hacia el exterior del sistema solar. Por ese motivo, sólo lo vemos por la mañana (en cuyo caso se le conoce como Lucero del alba), por la tarde (Lucero vespertino), e incluso a plena luz del día, cuando su brillo es suficiente alto, como ocurre en estos días. En este último caso hay que saber exactamente dónde mirar; y aunque difícil, les aseguro que al final, con paciencia, se consigue. Su magnitud actual, también de -4.0, está muy cerca del máximo al que llegará en marzo. Es claramente reconocible por su belleza cualquier tarde, muy poco tiempo después de la puesta de Sol.

Bien sabemos que el crepúsculo es el mágico momento del día en el que la luz del Sol, oculto tras el horizonte, aún nos ilumina de forma indirecta. Sin embargo, pocos saben que, desde una perspectiva científica, el crepúsculo se divide en tres períodos de tiempo perfectamente delimitados:

El crepúsculo civil es el periodo de tiempo entre la salida o puesta del Sol, y el momento en que éste se encuentra exactamente 6° debajo del horizonte. En ese período de tiempo, desde el punto de vista legal (por ejemplo, a efectos de circulación o navegación) aún se considera que es de día, y de ahí su nombre. Durante el crepúsculo náutico, con el Sol entre 6° y 12° bajo el horizonte, ya se ven las estrellas más brillantes: aquellas que usan —o usaban— los marinos para orientarse. La línea del horizonte y, por tanto, la vista de tierra desde un barco, aún es posible durante el crepúsculo náutico. Finalmente, durante el crepúsculo astronómico, con el Sol entre -12° y -18°, aún llega un débil resplandor solar, hasta que su luz desaparece por completo cuando se alcanza la noche astronómica (Sol debajo de -18° angulares).

Precisamente, el fin del crepúsculo astronómico del 20 de enero, y con ello, la máxima oscuridad de la noche, coinciden en Málaga con el máximo brillo de la Estación Espacial y de Venus. Más aún, la Luna estará en ese momento cerca de su fase nueva, y justo al otro lado de la tierra, por lo que no afectará en absoluto a la visibilidad de los dos luceros, y sólo el brillo de las luces de nuestra ciudad y, tal vez, las nubes, podrían enturbiar un espectáculo maravilloso.

Ante todo, abrigado. La noche del lunes la temperatura caerá hasta los 6° —algo completamente inusual en Málaga—, según aventuran las previsiones. Y si dichas previsiones mejoran en lo que respecta a la nubosidad, tal vez pueda ser interesante desplazarse a una zona donde la visión hacia el oeste sea diáfana y sin las molestas luces de una ciudad de por medio. No es necesario telescopios ni prismáticos para ver el fenómeno, aunque siempre es recomendable una buena compañía y dejar el móvil de lado. Y finalmente, si le resulta imposible disfrutar el espectáculo del día 20, también puede hacerlo con cualquiera de los otros pasos de la estación. El del 21 y el 23 serán también muy brillantes. Es más, durante el segundo paso del día 19, la proximidad entre los dos objetos celestes será excepcional. Incluso sería posible, para un observador situado en Almuñécar, capturar una imagen que hasta ahora nadie ha logrado: el tránsito de la estación sobre la superficie de Venus.