Empresarios defienden en Málaga el uso de la tecnología para luchar contra la sequía

Ignacio Lillo

Málaga

Jueves, 28 de septiembre 2023, 14:38

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En un escenario de escasez general de recursos hídricos y de cambio climático, la tecnología se alza como una herramienta para mejorar la gestión y la eficiencia y luchar contra la sequía. Esta ha sido la conclusión a la que han llegado hoy las Cámaras de Comercio, empresas del sector agroalimentario, gestores y Junta, reunidos por Cajamar en el foro 'Diálogos del agua', que se ha celebrado en el salón de actos de la institución en la capital malagueña.

Las primeras intervenciones han corrido a cargo de Eduardo Baamonde, presidente de Cajamar; y de José Luis Bonet, presidente de la Fundación Incyde de las Cámaras de Comercio españolas, que han destacado la labor que se lleva a cabo desde el programa Cajamar Innova, en el que ambas instituciones participan y que está ayudando a la aceleración de numerosas empresas y emprendedores andaluces, a través de la transferencia de tecnología en materia hídrica.

«En España hay conocimiento, pero en gran medida son microempresas, acostumbradas a la instalación de sistemas de otros ámbitos que adaptan a sus necesidades agroclimáticas. Ese conocimiento no lo podían desarrollar y convertir en su propia tecnología, por lo que, conjuntamente con Incyde, creamos esta incubadora donde hay un espacio común en el que los tecnológicos intercambian información, necesidades y soluciones, y les ayudamos a convertir la idea en empresa, con un plan de negocio», explica Eduardo Baamonde.

Para el presidente de Cajamar, la pequeña dimensión general de las empresas españolas es un problema que impide tener departamentos de innovación y desarrollo. De ahí la importancia de la colaboración público-privada, para suplir esa deficiencia mediante la colaboración. «Que vean el conocimiento como algo que, si se comparte, se retroalimenta y se multiplica». «En España hay talento y conocimiento, pero faltan empresas que puedan catalizar y convertirlo en negocio, con lo que se pierde o se vende».

Otra clave de la digitalización es la capacidad que da a la empresa de tener más información, con plataformas como Tierra, en la que se pone de forma gratuita a disposición de todo el colectivo agroalimentario herramientas e iniciativas de innovación, investigación y resultados. A su juicio, no es importante sólo tener conocimiento, sino que este se pueda transferir y que no se quede en unas pocas empresas. «En Cajamar tenemos muy interiorizado que somos una palanca para la transferencia del conocimiento a todos los niveles, porque tenemos que buscar soluciones a retos de una envergadura colosal, como el crecimiento de la población».

En este punto, el presidente de Cajamar advierte: «La alimentación se va a convertir en un elemento estratégico; nosotros tenemos en España mucha potencialidad, somos el cuarto país de la UE en volumen de producción agroalimentaria, con posibilidades de alcanzar cotas mayores, siempre y cuando potenciemos el conocimiento, lo transfiramos y también pensemos con luces largas, a medio y largo plazo, porque vivimos excesivamente de la coyuntura, creando ecosistemas de conocimiento con sostenibilidad económica, medioambiental y social».

Por su parte, José Luis Bonet destaca que la alianza entre Cajamar y la Fundación Incyde para dar forma a Cajamar Innova es «una revolución». Esta forma parte de la red nacional de 21 incubadoras de alta tecnología, que serán más en breve, incluso en la España vaciada, con el apoyo de fondos europeos y con la colaboración de ayuntamientos y diputaciones para hacer posible «una transferencia tecnológica de vanguardia», en materias como el agua y la economía azul.

Iniciativas como esta contribuyen, según Bonet, a la «vertebración de España», por su trabajo en red. «Tenemos que meter en la cabeza de la gente la importancia de la I+D+i, con alianzas y colaboración público-privada». Y ello, sin perder de vista la digitalización de las pymes, que son el 99% de las empresas españolas, con el apoyo de los fondos Next Generation. Hasta la fecha, más de 300.000 pymes han accedido a la digitalización, y según sus cálculos se podía llegar hasta el millón el año que viene. Este, a su vez, es el primer paso en el camino hacia la internacionalización de las pymes, donde el presidente de las Cámaras pone de relieve el fuerte aumento de las exportaciones.

Por parte de la administración autonómica intervino Ramiro Angulo, secretario general de Agua de la Junta, quien aseguró que Andalucía no tiene un problema de agua, con grandes recursos fluyentes, por ejemplo, en Cádiz y en Huelva, «sino de gestión». En el caso de Málaga, el Gobierno andaluz está trabajando en proyectos para el aprovechamiento de los recursos del Río Grande; para la recarga artificial de acuíferos con los excedentes del Verde, la desaladora prevista en la Axarquía y, sobre todo, para aprovechar al máximo el agua regenerada, que es «mucho más eficiente que la desalación», porque tiene un menor consumo de electricidad. «Las desaladoras tienen que ser nuestras centrales nucleares», comentó, en relación a su posición estratégica. Otro elemento clave es el control de las fugas, porque «en algunos municipios se pierden cantidades insultantes».

En este punto, rompió una lanza en favor de la agricultura andaluza, que, a su juicio, es «muy competitiva». «Se puede crecer porque tenemos recursos, pero no podremos crecer hasta que resolvamos los problemas de infraestructuras y de gobernanza», mediante el empleo de la tecnología, la solidaridad y las sinergias. Entre otras herramientas, se refirió al nanosatélite Platero, que va a permitir conocer la información de los riegos en cada zona, y «los agricultores van a estar vigilados por la tecnología».

En cambio, Angulo se mostró realista en cuanto a la situación de sequía: «Tenemos agua para menos de un año, en algunas zonas solo para algunos meses, hay que pedir a los ciudadanos un esfuerzo adicional porque todas las zonas están en emergencia; la situación es muy complicada, en algunos sitios, peor que en la metasequía del 95». Y concluyó: «En la Junta trabajamos para que en la próxima sequía, Andalucía no vuelva a pasar por esto, después de 20 años de inacción». «Regantes y municipios, Junta y Gobierno tienen que actuar cada uno en su ámbito de competencias».

Entre los ponentes también se encontraban Pedro Simón, director técnico de la Entidad de Saneamiento y Depuración de la Región de Murcia; Domingo Zarzo, presidente de la Asociación Española de Desalación y Reutilización. Así como los empresarios Rafael Sánchez de Puerta, director general de Dcoop; Enrique Colilles, director general de Trops; Felipe Romera, director general del PTA y Gonzalo Armenteros, presidente de la cadena de hoteles Soho Boutique.