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Carlos Huesa, en el Rectorado de la Universidad de Málaga, durante estas vacaciones de Navidad. Migue Fernández
Carlos Huesa, la informática al servicio de la lucha contra el cáncer

Carlos Huesa, la informática al servicio de la lucha contra el cáncer

La Sociedad Americana contra el Cáncer confía en un malagueño la investigación en nuevos tratamientos de los tumores

F. G. Alonso

Martes, 7 de enero 2025, 00:18

Una de las más importantes organizaciones médicas internacionales, la Sociedad Americana contra el Cáncer, ha confiado en un malagueño la investigación para desarrollar nuevos modelos computacionales que permitan un mejor y más efectivo tratamiento para el cáncer de hígado. En un ecosistema científico tan competitivo como el estadounidense, el joven Carlos Huesa Berral ha sido becado durante los próximos tres años para hacer realidad el proyecto que ha convencido al jurado, 'Modelado computacional y simulación de tumores hepáticos para una radioembolización transarterial mejorada', investigaciones en las que está trabajando en los últimos años, en concreto desde que a finales de 2022 fue 'fichado' por lel Massachusetts General Hospital, hospital afiliado a la Universidad de Harvard. Allí, trabaja en el grupo de investigación Bertolet-Lab.

Carlos ha regresado a Málaga por unos días para pasar las vacaciones navideñas junto a su familia. Le acompañan su esposa, Belén Palomo, y Miguel, el primer hijo de la pareja nacido ya en Estados Unidos. Carlos aún está asimilando la concesión de esta beca posdoctoral, consciente del alto nivel de exigencia y de la elevada competitividad en el mundo científico estadounidense. La propia American Cancer Society así lo reconoce en la nota en la que ha dado a conocer la concesión de la ayuda: «Esta beca es altamente competitiva, ya que solo un pequeño porcentaje de solicitantes en todo el país recibe el honor y el potencial de obtener fondos futuros de la Sociedad Estadounidense del Cáncer», señala.

Carlos Huesa (Málaga, 1994) es graduado en Ingeniería de la Salud (mención en Ingeniería Biomédica) por la Universidad de Málaga. Después realizó un máster en Matemáticas en la UMA, para marcharse a la Universidad de Navarra, donde realizó su doctorado en Física Médica. Forma parte de la segunda promoción de esta ingeniería de la UMA, en la que se combina la informática con las matemáticas, programación y nociones de salud. Tras terminar su tesis y doctorarse, Carlos Huesa fue contratado por la Universidad de Navarra, después de realizar una estancia de siete meses en Amsterdam.

Sus directores de tesis, Francisco Javier Burguete Mas y Juan Diego Azcona Armendáriz, junto al decano de Ciencias de la Universidad de Navarra, Luis Montuenga, le animaron a solicitar una estancia posdoctoral. Analizando su curriculum, la Universidad de Harvard le ofreció participar en un proyecto de investigación en el área de física médica. En octubre 2022, Carlos Huesa se trasladó a Estados Unidos. En una de las universidades más prestigiosas del mundo, el joven investigador malagueño trabaja con Harald Paganetti (uno de los grandes expertos en uno de los más novedosos tratamientos contra el cáncer, la protonterapia) y con otro español, el jerezano Alejandro Bertolet (experto en sus investigaciones sobre Radiobiología).

Carlos Huesa investiga en los tratamientos de radioembolización para cáncer de hígado, que consisten en inyectar microesferas radioactivas por la arteria hepática para alcanzar al tumor y eliminarlo con radiación. Carlos está desarrollando modelos matemáticos y computacionales para predecir la trayectoria de estas microesferas y poder mejorar las decisiones clínicas en estos tratamientos.

Además de este importante apoyo de la Sociedad Americana del Cáncer, Carlos ha recibido en ese corto espacio de tiempo en Estados Unidos otros importantes reconocimientos. Además de publicaciones de artículos en prestigiosas revistas, en mayo de 2023, solo seis meses después de aterrizar en Harvard, la Asociación Americana de Físicos en Medicina (AAPM) le concedió la distinción 'Best-In-Physics' por su trabajo en MIDOS, el simulador para radioembolización basada en microesferas.

Los trabajos del Laboratorio Bertolet, en el que se integra Carlos Huesa, están desarrollando una herramienta novedosa, denominada MIDOS (Dosimetría de Microesferas en Tumores Hepáticos) para el tratamiento del cáncer de hígado mediante la radioembolización transarterial (TARE). El objetivo, explica Carlos Huesa, es el de hacer dosimetría predictiva: determinar la trayectoria de estas microesferas y poder optimizar los tratamientos desde el punto de vista de la radiación que recibe el tumor con respecto al tejido sano.

El cáncer de hígado es uno de los más importantes a nivel mundial, representando la tercera causa de muerte por cáncer. La única opción curativa es la cirugía, que no está disponible para muchos pacientes debido a complicaciones médicas y la inaccesibilidad del tumor. De esta manera, recientes ensayos clínicos han mostrado que los tratamientos de radioembolización podrían ser potencialmente curativos en determinados pacientes, si somos capaces de maximizar el beneficio del tratamiento, aclara Carlos Huesa. Se abre así camino la línea de investigación en la que trabajan en el Laboratorio Bertolet, la radioembolización.

No obstante, reconoce Carlos que es un tratamiento que hay que mejorar, ya que no se pueden cuantificar adecuadamente las dosis de radiación ni se puede predecir adecuadamente la trayectoria de las esferas radiactivas. En este punto entra en juego la formación médica y matemática de Carlos Huesa, que trabaja en el diseño de una herramienta matemática, un modelo computacional que permita afinar y personalizar los tratamientos.

Carlos Huesa considera que el cáncer es hoy día una enfermedad que necesita abordarse de una manera multidisciplinar. «Nuestro papel es diseñar herramientas para optimizar los tratamientos, aunque es el profesional clínico el que toma las decisiones, que se basan en los datos que les aportamos con estos modelos computacionales». A medida que avanza la investigación, el objetivo es integrar MIDOS en los sistemas de planificación de tratamientos clínicos, convirtiéndolo en una herramienta estándar para optimizar los tratamientos mediante la radioembolización transarterial (TARE) en todo el mundo, apunta el joven investigador malagueño.

Colaboración con la UMA

Carlos disfruta del paseo por su querida ciudad, que ve en estos días más bonita que nunca con la decoración navideña. Asegura «vivir un sueño», trabajando en lo que realmente le apasiona, la investigación médica, con su esposa, Belén, que avanza allí en su carrera profesional como abogada y con su primer hijo, Miguel. Pasea por el centro después de entrevistarse con el rector de la Universidad, Teodomiro López. En la conversación se han puesto sobre la mesa proyectos e iniciativas de colaboración entre la UMA y el laboratorio de investigación en el que trabaja Carlos. «Soy malagueño, de El Palo. He nacido aquí y he estudiado en la universidad de mi ciudad. Agradezco y valoro la formación recibida y el apoyo de muchas personas que me acompañaron en mi etapa formativa. Por esto quiero ayudar en la medida de mis posibilidades a que estudiantes de la Universidad de Málaga tengan una oportunidad de completar su formación en el grupo de investigación donde trabajo, mediante canales de colaboración en los que ya estamos trabajando». El entusiasmo y el compromiso con su ciudad y la que fue su universidad se concretarán en interesantes proyectos para mejorar la formación de los estudiantes malagueños.

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