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Los barcos de arrastre de la provincia, unos 36 en los cinco puertos pesqueros malagueños (Estepona, Marbella, Fuengirola, Málaga y Caleta de Vélez), están ... pasando por un difícil momento, ya que se enfrentan a un recorte en los días que tendrán para faenar al año, lo que para algunos armadores puede significar incluso dejar la actividad. A pesar de las criticas que soportan por parte de algunos sectores que le acusan de arrasar el fondo marino, la realidad es que el tipo de pesca que practican la mayoría, multiespecífica (capturan una amplia gama de especies: salmonetes, gambas, bogavantes, langostas, cigalas, jureles, pescadillas, pargos y lenguados, entre otras), hace que sea una de las flotas que más atractivo crea en las lonjas malagueñas. Después de permanecer durante todo el mes de mayo de parada biológica y sin poder faenar, la flota malagueña ha reanudó el 1 de junio la actividad incrementando la oferta de especies capturadas en el litoral malagueño en los mercados justo en el inicio también de la desescalada y la apertura de un buen número de restaurantes y chiringuitos.
Sin embargo, el sector se encuentra inmerso en un mar de confusión y en un descontento generalizado después de que el Gobierno central y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación hayan reactivado, en pleno confinamiento, el plan que regula la pesca de arrastre en el Mediterráneo Occidental. Este plan de gestión, que persigue la recuperación de especies como la merluza europea, gamba blanca, cigala, salmonete de fango, gamba roja del Mediterráneo y langostino moruno, recurre a vedas y a la asignación de un esfuerzo pesquero en las pesquerías de la modalidad de arrastre de fondo para favorecer la recuperación de las especies.
Este esfuerzo pesquero –total de días que pueden faenar al año– se puede asignar de manera individual, es decir por buques, o de manera conjunta para toda la flota de arrastre de Málaga, lo que le permitirá tener un 5% más de bonificación. Para su determinación se tiene en cuenta el esfuerzo histórico, medido como el máximo de actividad en cualquiera de los años de referencia 2014-2018, con un complemento para los buques que hayan realizado paradas voluntarias.
La flota de arrastre de la Cofradía de Caleta de Vélez, que representa el 50% de la de toda la provincia, ha sido de las primeras en Málaga en pedir la asignación de este esfuerzo pesquero, con un resultado que no sólo no satisface al sector, sino que además ha invadido de preocupación al mismo. «Hay embarcaciones a los que sólo le quedan 125 días este año, a pesar de haber parado durante parte del estado de alarma. Estamos bastante desencantados, porque no nos salen la cuentas y le hemos pedido a la Secretaria General de Pesca que nos explique la fórmula que han empleado», ha explicado la patrona mayor, María del Carmen Navas, para quien ha sido un despropósito empezar a aplicar este plan de pesca en el mes de junio y no a primeros de año. «Por ello hemos pedido que se paralice su aplicación y se aplace a 2021 para que de este modo nos de tiempo a aclarar todas las dudas», según Navas, que ha explicado que la petición se ha realizado a través de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores y Asepesca.
En Fuengirola, la situación no es mucho mejor. Hay arrastreros que sólo tienen 110 para faenar en todo este año. «Así no se puede vivir», asegura el patrón mayor de la Cofradía, Juan Sánchez. «La gente está que trina. Esto no es sostenible. Vamos a recurrir la asignación, porque a nosotros nos salen bastante más jornadas», asegura.
Con los días de pesca asignados a las distintas embarcaciones, según Navas, la actividad no compensa a los armadores, máxime cuando el reglamento europeo por el que se regula el Plan Plurianual para las especies demersales en el Mediterráneo Occidental establece que el primer año se reducirá un 10% el esfuerzo y en los cuatro años sucesivos hasta un máximo de un 30% adicional en función de la situación del stock. «Hay barcos que no llegan a los ocho meses de trabajo al año con la asignación que le han dado. Además nos tememos que si no se establecen ayudas para la tripulación para los meses que no trabaje se produzca una huida a otros sectores», advierte. Para el sector, todo lo que sea por debajo de las 220 jornadas al año, hace que la actividad no resulte rentable. Señalan que de los 365 días del año, 104 son de fines de semana, 20 son festivos, una media de otros 20 días no se faena por mal tiempo, unos 10 días tampoco por averías y un mes por parada biológica. La asignación realizada es con carácter retroactivo y tienen en cuenta todos los días que se ha faenado y no se ha salido a pescar.
Para el patrón mayor de Fuengirola, Juan Sánchez, el segundo puerto pesquero malagueño en número de barcos de arrastre (12), «una asignación de menos de 200 días es querer acabar con esta flota y llevar a la ruina a los armadores. El precio del pescado está muy bajo. Estas semanas se han vendido especies a 30 y 40 céntimos el kilo. Y si para colmo nos recortan los días de pesca el resultado es la ruina del sector». La presidenta de la federación provincial de cofradías de pescadores, se queja además de que el Gobierno no haya teniendo en cuenta en la asignación del esfuerzo pesquero que en la provincia los barcos de arrastre faenan sólo 12 horas diarias en lugar de las 15 autorizadas.
Navas lamenta que el Gobierno haya tardado casi un año en publicar la norma nacional, teniendo en cuenta que el reglamento europeo para las especies demersales en el Mediterráneo Occidental fue aprobado en abril de 2019 por el pleno del Parlamento Europeo y en teoría debía haber comenzado a aplicarse a partir del 1 de enero. Además señala que el Ministerio no ha tenido en cuenta las aportaciones que el sector pesquero ha presentado en todo este tiempo, pese a ser propuestas «avaladas científicamente».
El plan de gestión de pesca del Mediterráneo para el arrastre aprobado por Europa establece una veda de tres meses para los arrastreros en los meses de verano. La medida conllevará que no se pueda pescar al arrastre hasta los 100 metros de profundidad en los tres meses de veda. Para la flota malagueña, esa medida no está justificada científicamente ni cuenta con estudios que la aconsejen. Por ello, todo el sector en Andalucía ha puesto sobre la mesa una propuesta alternativa, un paro de tres meses y medio en una zona concreta del caladero entre 75 y 100 metros de profundidad, lo que está siendo estudiado por el Gobierno y Europa.
La propuesta ha sido realizada a través del FederaciónNacional de Cofradías de Pescadores y consiste zonas de cierre pesquera temporales en las que se detecten alevines. En el caso de la flota de arrastre malagueña, no todos los barcos están capacitados para poder faenar a 100 metros de profundidad. Además consideran que si durante tres meses todos los arrastreros deben faenar a esa profundidad se puede originar una sobreexplotación de los recursos.
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