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Alvaro Frías
Lunes, 8 de septiembre 2014, 01:32
Ashya King, el niño de cinco años con un tumor cerebral que fue sacado sin permiso médico del centro sanitario británico en el que se encontraba, abandonará hoy el Hospital Materno Infantil de Málaga, en el que lleva ingresado desde hace ocho días, después de que la Policía detuviese a sus padres por estos hechos tras una orden de la Justicia de Reino Unido. Según anunció ayer el delegado provincial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía en Málaga, Daniel Pérez, ya se ha autorizado el traslado del menor a Praga, ciudad en la que recibirá un tratamiento contra el cáncer a base de protones, tal y como quería la familia del pequeño.
Según las fuentes consultadas, está previsto que Ashya abandone el hospital malagueño a primera hora de hoy. Según explicó el delegado, lo hará en una ambulancia que trasladará al niño hasta el aeropuerto de Málaga. Allí subirá a bordo de un avión privado que la familia ha contratado para llevar al menor hasta Praga.
Acompañado por el director del Materno Infantil, Manuel Paz, Pérez indicó que había mantenido una reunión con la familia a última hora de la tarde en la que se dio luz verde al traslado del pequeño. Al respecto, manifestó que previamente se presentó toda la documentación requerida, que fue examinada por los responsables.
Por su parte, Paz informó de que el menor se encuentra estable. Asimismo, aseveró que el pequeño está preparado para afrontar el viaje en avión, que le llevará hasta la clínica de Praga.
Avión medicalizado
Pese a que el traslado se autorizó a última hora de la tarde de ayer, la familia cuenta desde el pasado viernes con la autorización de la Justicia británica para trasladar a Ashya a la República Checa. Y es que los responsables de la Junta exigieron un día después a sus progenitores que garantizasen por escrito que el transporte reuniría todas las condiciones exigidas por el Hospital Materno.
Además de los permisos solicitados, el delegado expuso que el avión debía contar con un servicio médico y de enfermería para, de esta forma, «tener sus constantes vitales controladas y que se le pueda seguir administrando la alimentación nasogástrica que se le viene suministrando desde que se produjera su ingreso en el centro sanitario malagueño el sábado de la pasada semana.
Ahora el pequeño será sometido a protonterapia, que es el tratamiento por el que finalmente se han decantado los padres. Se trata de una alternativa a la radioterapia, que, según las fuentes consultadas, tiene menos efectos secundarios.
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