Juan Cassá: del sueño de ser alcalde de Málaga a dejar la política por la puerta de atrás
Al calor del auge de los nuevos partidos, el asturiano irrumpió en 2014 en Ciudadanos, partido por el que encabezó la lista dos veces en la capital y con el que rompió en 2020. El PP le ha cerrado la puertas a ir en sus listas, aunque le deja abierta la ventana a rescatarlo como cargo de confianza
Este pasado lunes, durante la presentación de la lista con la que Francisco de la Torre aspira a revalidar la Alcaldía de Málaga en las elecciones municipales del 28 de mayo, la presidenta del PP, Patricia Navarro, confirmó que Juan Cassá (Avilés, 1974) no irá en ninguna de las 103 candidaturas de los populares. Una decisión que, según fuentes consultadas, le fue comunicada al concejal de la capital y diputado provincial no adscrito, ex de Ciudadanos, y que supone quedarse prácticamente sin opciones de seguir en la primera línea política. Aunque el PP le cerró la puerta de las listas, le dejó abierta la ventana de poder rescatarlo en el futuro como cargo de confianza en 'compensación' por su apoyo para garantizar la gobernabilidad en el Ayuntamiento de la capital y en la Diputación Provincial durante el mandato que está a punto de expirar.
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Juan Cassá no irá en las listas del PP
Tras abandonar Ciudadanos y no cuajar su breve paso por la formación independiente Por Mi Pueblo, las esperanzas de Cassá de continuar en la política pasaban por ser incluido en alguna de las listas del PP. Así su nombre sonó en los cenáculos políticos para ir en las candidaturas de municipios como Alhaurín de la Torre (donde reside) o Torremolinos. Finalmente no irá en ninguna. Una decisión que el político no quiso valorar cuando este periódico contactó con él y de cuya breve conversación se desprende que tiene asumido que ha llegado al final su paso por la política, donde tuvo el sueño de ser alcalde de Málaga, jugando sus bazas cuando los números le dieron la llave del gobierno municipal, y ahora tendrá que abandonar por la puerta de atrás tras una trayectoria de auge y caída con unos últimos años muy controvertidos.
La biografía política de Juan Cassá comienza a finales de 2013 cuando se afilia a Ciudadanos en el momento en que el partido de Albert Rivera comienza su expansión nacional. Cassá, que dos años antes de había instalado en Málaga tras haber vivido y trabajado en varios países del mundo, formó parte del grupo que impulsó la implantación y el desarrollo del partido naranja en la provincia. Un año después, en noviembre de 2014, este técnico especialista en administración hotelera ganó las primarias al guardia civil retirado y víctima de un atentado terrorista Javier López para ser el candidato a la Alcaldía de Málaga en las elecciones municipales de 2015.
«No es una locura que yo sea alcalde», afirmó en una entrevista a SUR dos días después de las elecciones municipales de 2015
Unos comicios donde Ciudadanos, en pleno auge de los nuevos partidos, irrumpió con fuerza en el Ayuntamiento de la capital con tres concejales (a Juan Cassá le acompañaron Gonzalo Sichar y Alejandro Carballo) y se convirtió en la llave de la gobernabilidad ya que el PP se quedó con trece actas y el PSOE logró nueve, que sumados a los cuatro de Málaga Ahora y los dos de IU, dejaba en manos de los naranjas inclinar la balanza hacia la izquierda y la derecha. Cassá asumió entonces un papel protagonista y central en la política malagueña jugando sus bazas. Su primera declaración de intenciones fue especialmente llamativa ya que afirmó, en una entrevista publicada en SUR el 26 de mayo, dos días después de las elecciones: «No es una locura que yo sea el alcalde; permítame que sueñe, por eso hablaremos con todos».
Juan Cassá se sentó a negociar con el PSOE y el PP y el 12 de junio, un día antes de constituirse la corporación, alcanzó un acuerdo de investidura por el que los tres concejales de Ciudadanos votaron a De la Torre como alcalde pero sin entrar en el gobierno a cambio de medidas como reducir el número de cargos de confianza y actuaciones sociales y fiscales. «No es un cheque en blanco», advirtió en ese momento Cassá, quien no dudó en ese mandato en flirtear en algunos momentos con la oposición de izquierdas, y al final de la legislatura, ya en plena precampaña de las municipales de 2019, rompió el acuerdo con los populares por la negativa del alcalde a destituir a los concejales Francisco Pomares y Teresa Porras por el caso 'Villas del Arenal'.
En los primeros tres años de aquel mandato, Cassá tuvo una actividad frenética en la que prácticamente se convirtió en la 'sombra' del alcalde, acudiendo a todo tipo de actos -en algunos círculos le empezaron a llamar el 'vicealcalde'-, sin embargo al final pasó a un discreto segundo plano, donde se empezó a especular con la opción de que no repetiría como candidato ante un inminente fichaje estrella por parte de Ciudadanos.
Sin embargo, no hubo tal fichaje y finalmente fue designado candidato a la Alcaldía en las elecciones municipales de 2019. El resultado de las urnas volvió a situar a Ciudadanos, que perdió uno de los tres concejales, como la llave de la gobernabilidad. A diferencia de cuatro años antes en esa ocasión decidieron entrar en el gobierno firmando un pacto con el PP, con quien en esos momentos gobernaban también en la Junta de Andalucía. Sin embargo, Juan Cassá no se incorporó al gobierno de Francisco de la Torre, y dio el salto a la Diputación como diputado y donde la formación naranja también se alía con los populares. Tampoco en la institución provincial asumió responsabilidades de gobierno. Ya en esos momentos había comentarios de que no estaba a gusto con su partido.
Un año después, el 4 de mayo de 2020, Juan Cassá dejó Ciudadanos después de que el partido cambiara de liderazgo con la marcha de Albert Rivera. El político asturiano no dejó sus actas y se pasó al grupo de los no adscritos. En las siguientes semanas y meses fue declarado tránsfuga por el pleno del Ayuntamiento y denunció que los ataques por parte del PSOE y de su expartido obedecían a que no había querido apoyar una moción de censura contra el PP en el Ayuntamiento de la capital y en la Diputación.
Para disipar cualquier duda llegó a un acuerdo con el alcalde para garantizar el gobierno, lo que no gustó a Ciudadanos, y en la Diputación fue nombrado portavoz del equipo de gobierno y diputado de Relaciones Institucionales. Sin embargo, el balance de estos cuatro años de Juan Cassá se traduce en que ha tenido un papel discretísimo, que se ha limitado a participar en los plenos y comisiones (se cobran aparte) pero sin apenas intervenir, no ha tenido agenda de actos ni se le recuerdan propuestas. Un papel que alimentó las críticas y denuncias desde diferentes sectores de que sólo estaba en política para percibir un sueldo.
Asimismo, en julio de 2020 sufrió la quema de su autocaravana en la puerta de su vivienda, un asunto archivado judicialmente sin que se haya aclarado su autor, y su excompañero de partido José Luis Paradas Romero fue condenado por tres delitos leves de coacciones a Cassá y sus asesores.
En los últimos meses, a través de sus redes sociales, Juan Cassá se dedicó a publicar noticias positivas para el PP e incluso se dejó ver, el pasado febrero, en un acto de Elías Bendodo, coordinador nacional de los populares, en Torremolinos, alimentando las especulaciones sobre su incorporación a las listas electorales de la formación de centro-derecha. Por el momento, no irá en las candidaturas para el 28-M y queda la duda, ¿qué va a ser en el futuro de Juan Cassá fuera de la política?
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