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El edil Juanjo Espinosa, con la nueva silla, imagen que envió el grupo municipal de Málaga Ahora.
La crisis de las sillas ergonómicas

La crisis de las sillas ergonómicas

Tras las críticas a Málaga Ahora por sus nuevos asientos, alegan que se han vuelto «casta» y no quieren acomodarse en el suelo. El área de Economía busca dos butacas ‘desaparecidas’

Pilar R. Quirós

Miércoles, 30 de septiembre 2015, 12:35

No se trataba de la nueva sillería del pleno, ni de una renovación de la de Alcaldía o de los popes directores de áreas económicas o habilitados nacionales. Eran las nuevas sillas del grupo municipal Málaga Ahora costeadas por el erario público las que creaban anteayer un revuelo en el Ayuntamiento, donde funcionarios y aledaños al grupo, que preferían mantener el anonimato, se quejaban del nuevo mobiliario ergonómico del la formación apoyada por Podemos, alegando que ellos tenían las mismas desde el año 94. Literal.

La pelota estaba ayer sobre el tejado de Málaga Ahora, que zanjaba la cuestión con un comunicado con sorna, retranca y dosis de guasa gaditana. El escrito decía así:«Málaga Ahora se convierte en casta y se niega a sentarse en el suelo como en el 15M». Explicaban que tras el revuelo por las polémicas sillas nuevas de su grupo se demostraba «de manera irrefutable que los cargos públicos de Málaga Ahora han acabado por convertirse en lo mismo que criticaban (casta)». Volvían a explicar, como contaba esta sección ayer, que su mobiliario original era prestado del distrito de Churriana y que la semana pasada se lo llevaron y acababan:«Reconocemos que algunos miembros del equipo institucional, con la excusa de su edad, se niegan a sentarse en el suelo, lo que hace sospechar de que realmente provengan del movimiento 15M, y han acogido favorablemente la llegada de las nuevas y polémicas sillas. La mesa de coordinación de Málaga Ahora ya estudia expedientarlos» para acabar arreándole estopa inopinada a Ciudadanos y a su líder nacional:«Uno empieza a sentarse en sillas y acaba afeitándose como Albert Rivera o, lo que es peor, fingiendo que sabe catalán como Inés Arrimadas».

Esta era la respuesta oficial de Málaga Ahora. Pero durante la mañana pasaron más cosas. Sobraban seis sillas de esta tanda, que iban a ser llevadas a otra junta de distrito, y de repente, faltaban dos del pasillo de la segunda planta, donde se quedaron el día anterior. Surrealista.

Un funcionario del área de Economía se paseaba por las distintas estancias del Ayuntamiento preguntando si sabían si alguien pudiera haber cogido las sillas por equivocación. Seguramente conscientes de que la operación avistamiento no daba resultados, se activó el plan B.

Desde el área de Economía se mandaba un amable mail, sobre algo más de las 12.00 horas, pidiendo a la persona que «por error o desconocimiento» se haya llevado dos sillas tuviese a bien devolverlas al Servicio de Planificación y Seguimiento de la Contratación. Se afirmaba que no son sillas «abandonadas ni en desuso» sino que iban a otras dependencias municipales. Ypor último, y como aviso a navegantes, se explicaba amablemente:«Se les recuerda que si necesitan mobiliario nuevo deberán solicitarlo por escrito (al citado servicio), encargado de las adquisiciones de este tipo». El asunto de la sorpresiva desaparición de los dos asientos, tras las quejas del día anterior del personal por tener el mobiliario del «año 94», fue el sainete de la mañana y el correveidile entre los servicios municipales. Llegó la hora de la comida, las 15.00, y nadie supo si había aparecido el cargamento. Lo que sí se conocía, a ciencia cierta (y se veía) es que las cuatro sillas restantes estaban enganchadas unas con otras por un precinto para que no hubiese nuevas bajas. Esto demuestra que hay crisis hasta en el mobiliario.

Sin llaves para entrar. El vodevil de Campanillas

El día de ayer parecía un filme de Mario Moreno Cantinflas. El pleno del distrito de Campanillas era por la tarde. El Ayuntamiento había citado a los vecinos a las 16.00 horas en primera convocatoria, y a 16.30 en segunda. Pues bien, la edil Elvira Maeso y la directora, Eva Sánchez Teba, llegaban a la segunda. Pero sin llaves. Al parecer, esperaban que la señora de la limpieza fuese quien les abriese. Yle pegaban gritos todos desde fuera, aporreando la puerta...con todos los usos posibles, todos muy españoles, para llamar la atención. Finalmente, consiguieron que la citada señora se apercibiese de su presencia, les abriese y el consejo territorial (pleno de distrito) empezara a las 16.50 horas. Tomaba la palabra la nueva edil para presentarse y explicaba tres puntos del orden del día cuando consejeros de otros partidos y vecinos pedían intervenir, a lo Elvira Maeso se negaba porque no había Ruegos y preguntas en el orden del día.

Los vecinos se levantaban enfadados y realizaban un escrito en el que se quejaban, primero, del retraso del inicio; segundo, de la «actitud de la concejala, que ha impedido cualquier intervención en los puntos de información; y en el tercer punto, que le hacían llegar a «la Alcaldía Presidencia la falta de democracia y el desprecio al movimiento ciudadano». La denuncia, escrita a mano, la firmaban las asociaciones El Progreso, Evolución y José Cañete; la peña Santa Rosalía Maqueda, las federaciones Solidaridad y Unidad, y Málaga Ahora, IU-Málaga para la Gente y el PSOE. La edil socialista Estefanía Martín Palop también se quejó de viva voz a la edil popular.

Maeso afirmó a SUR que se disculpa por llegar algo tarde de tratar asuntos del distrito en Urbanismo, «comimos hasta de pie» y por la tardanza en entrar pensando que el distrito suele estar abierto por la tarde. En cuanto a no dejarles tomar la palabra a los asistentes, afirmó que al ser un consejo territorial de constitución no había ruegos y preguntas, y que así se hacía constar en el orden del día. «Pero en el resto, por supuesto que van a intervenir todos los que quieran», añadió. Solo queda esperar al próximo mes para verlo.

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