Robótica aplicada a la publicidad
El ingeniero Juan Pedro Bandera y su equipo diseñan un robot para atender a los clientes en los centros comerciales
J. J. Buiza
Lunes, 15 de septiembre 2014, 02:27
¿Se imaginan entrar en un centro comercial y ser atendidos por un robot? Ese es el proyecto en el que trabaja un equipo de la Universidad de Málaga, en el marco de una iniciativa que coordina la multinacional española Indra, con el ambicioso objetivo de aplicar la robótica a una publicidad personalizada y lo menos intrusiva posible con el cliente. «La idea es que inspire simpatía, que llame la atención y que, cuando se acerque a las personas, estas le quieran escuchar», resume JuanPedro Bandera, ingeniero de Telecomunicaciones y uno de los profesionales que trabajan en el diseño y la fabricación del robot, de nombre Gualzru (una especie de españolización de la expresión inglesa walk through). Su hermano, AntonioBandera, dirige al equipo que desde los laboratorios de la Escuela de Telecomunicaciones de la UMA se encarga de dar los últimos retoques a la máquina, que ya se ha probado en algunas ciudades, pero que todavía no se ha presentado oficialmente.
Una de los principales elementos innovadores es que el robot será capaz de reconocer el sexo del y el rango de edad del humano con el que interactúa, y adaptar sus mensajes para ofrecer una publicidad lo más personalizada posible. Para ello, se utiliza un sistema de videocámara Kinect, el mismo que viene incorporado a la popular videoconsola Xbox One de Microsoft, y que se está aplicando cada vez más en robótica, como comenta JuanPedro Bandera.
La idea es que funcione en centros comerciales, aeropuertos y otros grandes espacios cerrados. «No es nada fácil sacar a los robots de los laboratorios y llevarlos a un entorno real y cotidiano. Ese era el gran reto», apunta este ingeniero, quien pese a su juventud (ahora tiene 35 años) lleva tiempo trabajando en este campo, y centró su tesis doctoral en un robot que podía aprender por repetición, imitando los gestos de una persona.Se espera que este mismo otoño pueda presentarse en sociedad a Gualzru, en cuya gestación han participado también equipos de la Universidad de Extremadura (donde diseñaron, por ejemplo, la carcasa), de Jaén (audio), de Albacete (conversación) y de la Carlos III de Madrid.
Identificar pautas
Adapta es el nombre con el que se conoce al sistema en sí, capaz de identificar además ciertas pautas de estilo elementales en los clientes que visitan los centros comerciales. La intención es integrar al consumidor con las marcas, mejorar el impacto sobre el público objetivo y evitar un lanzamiento masivo de publicidad que moleste al usuario. Por eso, el robot, tras captar la atención de la persona, prácticamente se limitará a mostrarle un catálogo de productos en función de sus intereses. Además de la videocámara Kinect, está dotado de un motor, dos ordenadores, una pantalla para mostrar la publicidad y una batería que él mismo es capaz de detectar cuándo tiene el nivel bajo, y acudir por sí solo al punto de recarga. Gualzru es capaz de responder a ciertas preguntas y mantener una conversación con el cliente.
Dentro del campo de la robótica, él y su grupo trabajan en otro proyecto: Therapist, para ayudar a pacientes que están en rehabilitación.Fuera de este ámbito, otro trabajo en el que colabora consiste en aplicar la tecnología al control de hallazgos arqueológicos. El sistema ya lo han empezado a probar en un yacimiento cerca del Museo Thyssen, donde se han instalado sensores y cámaras para tomar muestras de temperatura, humedad e imágenes, y vigilar su posible deterioro.
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