El pasaje Virgen de Belén ve la luz

El paso del tiempo y la falta de mantenimiento han hecho mella en el Pasaje Virgen de Belén. Escaleras apuntaladas, garajes con filtraciones y con humedades perpetuas, barandillas rotas, accesos deficientes para personas con movilidad reducida y carencia absoluta de mobiliario urbano. «Es como si hubiese habido aquí una guerra», describe Mariló Jiménez, una vecina de este conjunto de viviendas próximo a la Carretera de Cádiz. A él llegó hace 40 años, cuando todo estaba «nuevecito», pero de unos años a esta parte el deterioro ha ido a más sin que nada ni nadie hiciera algo para evitarlo. Hasta ahora. Porque ayer mismo comenzaron las obras para arreglar la estructura de la zona de aparcamientos, situada bajo los edificios y de titularidad privada. No en vano, los vecinos pagarán el 32% del presupuesto total de la obra, unos 155.650 euros de los 486.407 euros que costará el proyecto y que realizará en cuatro meses la empresa Obras Generales del Norte, S. A. (Ogensa). El 68% restante lo asumirá el Ayuntamiento, aunque los vecinos aportarán otros 18.000 euros para la reparación de elementos estructurales de la barriada.

Tras una década demandando este arreglo, los vecinos viven este momento entre el escepticismo y la ilusión. «Sabemos que esta obra cambiará el aspecto decadente de la barriada, pero lo que más deseamos es ganar en seguridad», confiesa Jiménez. «Los niños no ven el peligro y han llegado a cruzar de un lado a otro de los bloques por un fino muro (en la imagen), ya que las barandillas son muy bajas». Por eso, cree acertado la instalación de claraboyas en los lucernarios existentes entre los ocho bloques de este conjunto (unas 300 viviendas). Pero sin duda alguna lo que más les preocupa es el arreglo de la estructura de los garajes. «Hace cinco años que arreglaron la pista deportiva y la impermeabilizaron, pero de poco sirvió, porque los coches aparcados en los garajes de abajo sufrían la corrosión de las filtraciones», explica Jiménez.

En este sentido, está previsto que se actúe también sobre este campo de fútbol que comparten barriadas próximos con un cerramiento perimetral de cuatro metros de altura. Además, se mejorará la iluminación y se instalarán bancos y una zona de juegos.