El renacer de la cuna del mantecado

Todo comenzó en el siglo XVI cuando un excedente de cereales y manteca en Andalucía promovió elaborar dulces navideños, destacando las ciudades de Antequera y Estepa como referentes. Hoy, seis siglos después, se fusionan las recetas hechas a mano como las de las monjas de Las Descalzas, donde sólo elaboran 1.000 kilos; a los 350.000 kilos de 'La Antequerana', con tres siglos de antigüedad; los 700.000 kilos de 'Delicias de Antequera', con sus polvorones de almendra recubiertos de chocolate y hasta los 3.200.000 kilos de 'Sancho Melero', que exporta por Europa y grandes cadenas de supermercados.

Aunque en mayo empiezan las grandes fábricas, es en agosto cuando el olor a canela inunda con su aroma las calles de las instalaciones de mantecados. Pasear por ellas invita a un viaje en el tiempo y la memoria. Septiembre es el mes más laborioso y octubre el que marca el inicio de la venta de las últimas fábricas que encienden más tarde el horno.

Tras un año 2020 complicado por el cierre perimetral y la complejidad de llevar productos a Marruecos y Asia, vieron en las tiendas virtuales la solución para llegar a cualquier hogar de España. Y aunque este año de nuevo los clientes prefieren comprarlos en persona en su visita a la ciudad, las empresas de mensajería son ya una alternativa para tener productos artesanales en casa sin necesidad de desplazarse a Antequera.

«Nosotras mismas tuvimos que aprender a crear nuestra página web con tienda virtual y de Facebook, donde la gente nos compra los dulces», comparte Jacinta, la abadesa de las religiosas clarisas, que pidió ayuda y Telepizza les ofreció sus motos la pasada Navidad para llevarlos a los hogares antequeranos. Junto a ellas, las carmelitas descalzas son los dos conventos de clausura que ofrecen todo el año los bienmesabes, tortas, mantecadas y ahora, en esta época, su gama de mantecados, polvorores y roscos.

Las empresas productoras intentan producir todo el año, para lo que amplían su oferta a servicios de exportación, cafetería o pastelería como 'Sancho Melero', 'La Antequerana', 'Sabores Caseros', 'Torcadul' o 'Panadería Santiago'. A ellas se suman las que abren de agosto a diciembre, especializándose en los productos propios de la época navideña como 'Delicias de Antequera', 'Primitivos de Aguilera', 'Antiguos de Aguilera', 'La Perla' o 'San Pancracio'.

El gremio de los mantecados animan el empleo de la ciudad, al dar trabajo a 461 personas, 19 más que los 442 de 2020, al recibir más demanda. «Desde que comenzamos en agosto, septiembre ha sido un mes muy intenso, notamos que la gente tiene ganas de probar nuestros productos, donde lo polvorones de almendra y la gama de bañados en chocolate están siendo muy solicitados», destaca Violeta Rivas de 'Delicias de Antequera'.

Del bienmensabe al polvorón

Con el paso de los siglos, los conventos fueron quienes promovieron las recetas de dulces todo el año (con el bienmesabe como referente) a los que se les sumaron los mantecados, polvorones, roscos y alfajores. Ya en el siglo XIX surgieron las primeras empresas, que se mantienen en la actualidad.

Ahora, con la llegada del otoño y la recuperación de los desplazamientos, la ciudad reclama a visitantes los fines de semana, quienes acuden a llevarse en persona sus mantecados, aprovechando para degustar la oferta gastronómica y visitar algún monumento, con parada obligada a los Dólmenes y al Torcal de Antequera.