El Pacto de Toledo afronta la recta final de la renovación de sus recomendaciones en pensiones

En un plazo de entre dos semanas y mes y medio podría haber un acuerdo para cerrar las recomendaciones del Pacto de Toledo sobre pensiones. El Gobierno está interesado en que sea así también porque desea acometer reformas en las próximas cuentas públicas. Por ejemplo, seguir sacando de la Seguridad Social los identificados como gastos impropios, que rondan los 20.000 millones, para que se financien vía Presupuestos. Aunque desde el Partido Popular se considera que no es necesario esperar al acuerdo para tomar medidas en ese sentido, ya que las recomendaciones vigentes, correspondientes a 2011, recogen la separación de fuentes de financiación.

En todo caso, la comisión de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo empieza este miércoles la recta final hacia la renovación definitiva de sus recomendaciones, con el inicio de las negociaciones para acordar cambios en el borrador alcanzado en la legislatura anterior. La presidenta de la comisión, Magdalena Valerio, ha dado hasta el martes a los grupos para enviar sus propuestas de cambios al borrador, con objeto de celebrar reuniones el miércoles y el jueves.

Será la primera vez, desde el inicio de la legislatura, que la comisión especifique los cambios que quiere respecto al borrador que los grupos decidieron respetar para no perder los avances del anterior periodo de sesiones.

En estos meses, los grupos han planteado e introducido cambios puntuales, como para reconocer un tratamiento diferente a las prestaciones por discapacidades o el reconocimiento a parejas de hecho de las pensiones de viudedad.

En cuanto a la penalización por jubilación anticipada, que el ministro Escrivá quiere endurecer para las pensiones altas, está por cerrar ya que el borrador se queda en solicitar un estudio y la posibilidad de determinar fórmulas que distingan entre jubilaciones forzosas por la crisis o voluntarias.