Inmobiliaria Echeverría sale del proceso concursal con una quita del 25%

En su medio siglo de historia ha construido más de seis mil viviendas en Málaga capital, dando nombre incluso a barrios enteros, como Echeverría de El Palo o de Huelin. Ahora, Inmobiliaria Echeverría tiene una segunda oportunidad por delante. Ayer se aprobó el convenio de acreedores de esta histórica promotora malagueña, de manera que sólo es cuestión de días o semanas que el juzgado de lo mercantil dicte el fin de su proceso concursal. Su deuda ascendía a 40 millones de euros.

El acuerdo que proporciona esa segunda oportunidad a Echeverría fue aprobado ayer por el 62% de sus acreedores ordinarios. Especialmente difícil fue conseguir el respaldo de Banco Santander, que era el principal fiador con derecho a voto, con 2,4 millones de euros. De hecho, han sido necesarios varios meses de negociaciones. Sólo dos manos se alzaron en contra del convenio: la de una antigua trabajadora, cuya deuda ascendía a 300 euros, y la del representante de la Seguridad Social, a la que la promotora adeuda 186.000 euros.

El convenio de acreedores contempla una quita del 25% sobre la deuda y una espera de siete años. Fuera de este acuerdo quedan los acreedores con deudas consideradas privilegiadas, entre ellos Cajamar, que es la entidad a la que más dinero debe Inmobiliaria Echeverría: 20 millones de euros con privilegio especial (hipoteca) más otros 11 millones que son considerados subordinados, por lo que van detrás de los acreedores ordinarios en orden de pago. La promotora también tendrá que alcanzar un acuerdo especial con la Agencia Tributaria, que le reclama unos 200.000 euros.

Inmobiliaria Echeverría sale del proceso concursal con cinco trabajadores. Cuando fue declarada en suspensión de pagos tenía 19, pero se hizo un ERE con 14 afectados en 2012. Su principal activo para encarar el futuro es un solar con excelente ubicación en Teatinos. Además, tiene unas 70 viviendas por vender en Mijas, así como un edificio a medio terminar en Algeciras. La empresa sigue teniendo carácter familiar, con Tomás Zulueta como consejero delegado. El administrador que ha dirigido el proceso concursal es José María Muñoz, que va a estar en la comisión de seguimiento del convenio.