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EDURNE MARTÍNEZ
MADRID.
Domingo, 11 de agosto 2019
La declaración de la Renta de este año le salió a devolver a 14,5 millones de personas, casi un 4% más que el año pasado, por un importe de 10.800 millones de euros (+8,4%). De ellas, casi ocho de cada diez ya han sido atendidas por la Agencia Tributaria, lo que supone que más de 12 millones de personas han recibido casi 8.000 millones de euros, según los últimos datos facilitados por Hacienda hasta finales de julio.
Pero sigue habiendo algo más de dos millones de contribuyentes a los que aún no les han devuelto lo que les aparecía en el borrador que presentaron. Las causas no tienen por qué estar relacionadas con una mala presentación de la declaración, ni a la persona se le va a pedir que aporte más documentación en todos los casos. En la mayoría de ellos se debe simplemente a cómo se organizan los recursos del Estado para aportar más o menos a la devolución de la Renta en cada mes.
Es más, fuentes de la Agencia Tributaria (AEAT) aseguran que aunque la persona presente la declaración del IRPF con un resultado a devolver «no significa necesariamente que sea eso lo que te corresponda, ni siquiera que finalmente sea a devolver».
Desde el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), su secretario general José María Mollinedo explica que la campaña acabó el 1 de julio para el contribuyente, pero no para la AEAT, quien tiene seis meses más para terminar de tramitar los 20,6 millones de declaraciones presentadas este año, unas 860.000 más que en 2018. Mollinedo recuerda que Hacienda no quiere pagar intereses, así que hará «todo lo posible» por devolver el máximo número de ellas antes de que acabe el año.
Y es que todas las personas a las que Hacienda ingrese la cantidad correspondiente a partir del 1 de enero de 2020 tendrán que sumar los intereses de demora. Este porcentaje lo marca la ley de Presupuestos y como los de 2019 no salieron adelante y ante la falta de Gobierno actualmente, todo indica que el 1 de enero serán prorrogados los de 2018, por lo que el interés fijado seguirá siendo el 3,75% de la cantidad a devolver.
Esto significa que si una persona está pendiente de que Hacienda le ingrese 600 euros por el IRPF de 2018 y se pasa el plazo del año, a partir del 1 de enero tendrá que devolverle 622,50 euros. Eso sí, no cuentan los casos en los que la devolución del dinero sí sea por causas imputables al contribuyente. En ese otro caso, Hacienda notificará a la persona pidiéndole documentación específica o solicitándole una declaración complementaria.
El año pasado cerró con el 96,6% de las devoluciones completadas, lo que supuso que 13,5 millones de contribuyentes recibieron lo correspondiente antes de que finalizara el plazo. O lo que es lo mismo, quedaron pendientes el 3,4% de ellas, 417.000 personas. Entre esos casos están los contribuyentes a los que Hacienda les ingresó el importe con intereses de demora y los que, tras estudiar su caso, no les correspondía la devolución a pesar de lo que apareciese en el borrador, pero desde la AEAT no determinan cuántos hubo de cada grupo.
En caso de estar entre los que no se les ha devuelto aún, la forma de averiguar si es por causas ajenas a nosotros o por un error en la presentación es a través de la web de la AEAT, donde introduciendo el número de referencia o la clave pin aparecerá el estado de la declaración: 'En tramitación' o 'En notificación'. En el primer caso, solo habrá que esperar. En el segundo, la persona recibirá pronto una carta de Hacienda explicándole los motivos del retraso y lo que debe aportar.
La causa principal por la que Hacienda tarda en devolver un importante número de declaraciones hasta final de año es por la incapacidad económica de hacerlo todo de golpe. «Es el Tesoro el que decide el ritmo de pago de la deuda conforme a los ingresos tributarios», explica Mollinedo.
Por ejemplo, como el pasado 25 de julio se presentó la declaración del Impuesto de Sociedades, habrá ingresos significativos este mes para que puedan pagar un mayor número de devoluciones de la Renta. «El Tesoro hace una gestión muy profesional y mantiene un nivel y ritmo estable».
Así, el Tesoro decide cuándo «puede abrir un poco más la mano» ya que las emisiones de deuda están previamente fijadas y el organismo público va acomodando los plazos de devolución de estos importes también conforme a ello.
En cuanto al País Vasco y Navarra, se siguen los mismos criterios que en el resto de España pero la gestión de la Tesorería la hace su propia Hacienda foral.
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