Cuando eres la campeona del mundo, pero los patrocinadores ni te cogen el teléfono

A María Torres le faltan manos para contabilizar todos sus éxitos, pero le sobran para contar patrocinadores. La falta de apoyo en los deportes minoritarios sigue haciendo mella, incluso a pesar de hablar de una campeona del mundo, que lleva el nombre de Málaga y Andalucía por todo el planeta en numerosas ocasiones año tras año. La mejor karateca malagueña de todos los tiempos está atravesando un período complicado.

Hace meses que la joven de 26 años se replantea si todo el esfuerzo merece la pena, sobre todo, desde que dejaron morir el futuro olímpico del kárate, eliminándolo del programa de París 2024 tras una brillante exposición en Tokio 2021. Una decisión incomprensible, sobre todo teniendo en cuenta la historia y el alto número de practicantes de este arte marcial en todo el mundo. Torres afirma que el hecho de sacar su deporte del programa olímpico supuso un antes y un después. «Me dan ganas de retirarme. Ahora mismo, podría ganar más como profesora de Educación Física, que es de lo que me he formado (también cuenta con un Máster en Profesorado), que compitiendo como lo estoy haciendo», afirma.

En la actualidad, sólo cuenta con ayudas por parte del Ayuntamiento de Málaga y de la Diputación. «No me ha surgido ningún patrocinador. Mucha gente se acaba yendo de este deporte y quizá sea por esto. Es que vas a una concentración o a cualquier sitio y acabas perdiendo dinero», reconoce. Y es que, tal y como lo explica, todo lo que gana (también gracias al impartir clases de kárate y dos asignaturas de un Grado Medio de Campus Formación, en Fuengirola), lo invierte en su preparación como deportista: preparador físico, nutricionista, fisio, psicóloga.

Los patrocinadores no tocan a su puerta, e incluso, reconoce Torres, alguna que otra empresa a la que ha llamado no le ha respondido. Una situación que genera frustración a cualquier deportista que quiera seguir luchando por su carrera. Su única ilusión ahora es la de buscar un nuevo podio en el Mundial, que será dentro de sólo tres semanas.

Dado que los Juegos ya no están entre sus opciones, esta se trata de la prueba reina de su calendario. «Cuando el kárate era olímpico, había muchísimas más becas, de la Federación, instituciones, la beca ADO… Ahora eso ha pasado a ser cero. Nosotros tenemos visibilidad (tiene 34.000 seguidores en instagram), vamos a competiciones mundiales y conseguimos medallas...», relata, muy dolida.

Si su situación no cambia a corto o medio plazo, tendrá que replantearse su futuro. «Las próximas semanas tendrá que hacerse público si el kárate entra en los Juegos de Los Ángeles. De hecho, de eso depende que yo siga o no. Yo tengo 26 años y no creo que pueda estirar mucho más mi carrera si económicamente no me reporta nada. Yo le dedico el 100% de mi tiempo a ser deportista», clama, pero por desgracia para muchos parece no ser suficiente.