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JULIO RODRÍGUEZ
Marbella
Domingo, 20 de junio 2021, 02:05
Miguel Ángel Jiménez y Azahara Muñoz son los representantes más reconocidos del golf malagueño en el circuito mundial. Son nombres que pesan por su consolidada trayectoria de éxitos en la élite. El camino para escalar hasta su estatus requiere de un bagaje de máxima exigencia en la alta competición durante años. Para encontrar a futuros aspirantes a disputar un 'major', hay que empezar a mirar en los torneos del circuito profesional de segundo y tercer nivel. Desde abajo, sin saltarse ni un peldaño, Ángel Hidalgo Portillo está quemando etapas para convertirse en el golfista de renombre al que apunta su carrera desde que era un crío.
El golfista sampedreño está atravesando la fase de plena maduración y consolidación deportiva en el circuito profesional. Tras ganar dos veces el campeonato de España absoluto amateur, a los 20 años optó por la vía contraria a la marcada en los cánones de la prestigiosa cantera de talentos que históricamente emana del club de Golf Guadalmina. Decidió no pasar por el ciclo universitario estadounidense, como hicieron la propia Azahara Muñoz, Noemí Jiménez y Laura Gómez, para lanzarse al profesionalismo. Empezó a curtirse en la escuela del Asian Tour donde era común verle como el mejor español. Ahora, a sus 23 años, ha iniciado la temporada de manera arrolladora.
De manera simultánea disputa competiciones en el Alps Tour, –la tercera división del circuito profesional organizado por asociaciones de Francia, Italia, Austria, Suiza y Marruecos–, y el Challenge Tour, competición de segundo nivel profesional organizado por el PGA europeo con algunos torneos fuera del viejo continente. Hidalgo quiere acercar el golf al resto de aficionados no especialistas. Sabe que el ejemplo del fútbol es más sencillo para explicar dónde compite. «Ahora mismo soy un profesional que juega torneos de Segunda B cuando hablamos del Alps Tour, y en Segunda División cuando acudo a un Challenge». Su gran momento de forma, con triunfos finales en Egipto e Italia (estamisma semana), lo sitúan líder del 'ranking' en el Alps Tour. Si se mantiene en el 'top cinco' ascendería al Challenge.
«El golf es un deporte muy justo. En otros puedes conseguir una invitación para jugar, y si tienes dinero hasta un asiento en Fórmula 1, pero aquí es distinto«, reflexiona. De momento ha firmado ya nueve 'top 10' esta campaña, y empezó el curso con dos cuartos puestos presentando sendas tarjetas de -7.
El 21 de mayo queda grabado como punto de inflexión en la trayectoria del golfista malagueño. Con un sobresaliente -14 logró la primera victoria de su carrera en un torneo profesional, tras imponerse en el Ein Bay Open de Egipto, torneo del Alps Tour, que se celebró en el Sokhna Golf Club, cerquita del mar Rojo. Hidalgo tuvo que sufrir hasta el final con dos hoyos de desempate frente al francés Pierre Pineau. «No es nada fácil ganar. Por fin cayó, y se me estaba resistiendo mucho. La pena es que no me dio tiempo a disfrutarlo ni descansar, pues al día siguiente estaba preparando otro torneo, pero no me puede sentar para sentir que había ganado porque la rueda del circuito sigue», destacó. Y el viernes repitió en La Pinetina (Italia), cerca del lago Como.
El trasiego es continuo a estos niveles. Calendario en mano, afronta trece torneos en quince semanas. Un ritmo que le ha provocado más de un susto con tanto viaje. «Una vez casi me quedo en Italia. Soy muy despistado. En el coche del 'rent a car' que te lleva al aeropuerto me dejé el móvil donde llevo todos los billetes digitales. De milagro, a través de otro compañero golfista lo recuperé, pero te aseguro que ahora llevo la maleta llena de un montón de billetes de avión ya impresos... (risas)».
La confirmación de promesa a realidad llega después de pasar por los dientes de sierra que plantea la propia competición. Sólo, sin tiempo para parar en casa y ver a la familia, su día a día transcurre entre aviones y palos de golf. «Esto es más difícil de lo que parece, cada semana es un mundo. Ahora me veo bien, con confianza y espero que estas victorias sean las primeras de muchas». Hace unos días no pasó el corte en el Challenge de la República Checa que ganó un español, Santiago Tarrío. Por delante, nuevas citas para curtirse en el Alps Tour.
Competitivo, con una mezcla de timidez fuera del campo y descaro cuando se coloca en el 'tee' de salida, Hidalgo tiene el aura de deportista diferente. Quienes mejor le conocen apuestan por sus nervios de acero, su precisión, el pique sano consigo mismo de querer mostrar cada semana una versión mejorada. Con referentes como Woods y Nadal, el golfista de Guadalmina sigue quemando etapas con la ilusión de labrarse un nombre.
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