CEBRIÁN COMO MI MADRE

Uno de los pocos momentos que me resultó interesante en la entrevista que Évole le hizo a Juan Luis Cebrián fue ese en el que el consejero delegado de Prisa habló de sus gustos televisivos. Y no porque los considerase curiosos o no, sino por la forma en que se refirió a determinados programas y cadenas: renombrándolos, que es una costumbre muy de madres -al menos de la mía-. Con ese sentido práctico y de ir al grano que caracteriza a nuestras progenitoras ellas bautizan y simplifican las parrillas televisivas de una manera pasmosa. Muchos programadores, empeñados en títulos imposibles, deberían tomar nota de sus sugerencias.

Así, por ejemplo, la madre que me parió a 'Pasapalabra' lo llama 'El Rosco', que es al fin y al cabo lo importante del concurso de Christian Gálvez; a 'Masterchef' lo nombra como 'lo de las cocinas', incuestionable escenario del espacio de TVE; a 'Saber y ganar' lo denomina 'el programa de las preguntas'; a 'El secreto de Puente Viejo' y a 'Amar es para siempre' los engloba como 'el serial de la tarde'; mientras que a los Telediarios o informativos de cualquier cadena los reduce a todos en el grupo de 'Noticias'. «Pon las Noticias, que ya son las tres». Mi madre, por supuesto, no ve 'Sálvame', ni 'Qué tiempo tan feliz', ni ' Gran Hermano'. Ella lo que ve es a Jorge Javier, a la Campos y a Mercedes Milá. En ese sentido, la Quintana fue muy sagaz a la hora de buscar nombre para su matinal. Sabía que lo titulase como lo titulase acabaría siendo el programa de Ana Rosa. Así que decidió simplificar y no ponerse estupenda.

Mi madre no tiene acciones en ninguna parte ni jamás ha conseguido 13 millones de beneficios en nada pero cuando se sienta a ver la tele es como Cebrián, que dijo que seguía 'Sábado noche' (se refería en realidad a 'La Sexta Noche', el debate de Iñaki López), a Évole (en lugar de 'Salvados' -¡menos mal que no dijo «al Follonero»-) y 'El intermedio'. Y después explicó que de vez en cuando ponía la 3 (abreviatura muy de madres para citar Antena 3). Y en ese momento yo pensé que la pequeña pantalla tiene ese poder de hacer idénticos a sus espectadores, por mucha diferencia que haya en sus cuentas corrientes.