La cara oculta de un festival único
Oh, See! Málaga ·
Doce horas entre bastidores permiten descubrir los entresijos de un concierto en el que la familia es protagonista y los músicos muestran su parte más desconocida e íntimaCae el sol a plomo y el calor se deja sentir con intensidad impropia de mayo. Bagatelas para Claudia y Romeo, que se levantaron a las ocho de la mañana y al mediodía ya estaban en las puertas del Auditorio Municipal, y eso que perdieron el autobús. Eran los primeros para asistir al Oh, See! Málaga, que inaugura la temporada de festivales después de tres años de dañino silencio. «Venimos a ver a Alizzz y Mujeres, y también a Fangoria, Karavana y Cupido. Estamos entusiasmados con volver a escuchar en directo a nuestros grupos predilectos», relatan con la sonrisa de oreja a oreja, mientras de fondo atrona el sonido ensordecedor de las pruebas que los grupos realizan horas antes del concierto. Casualmente, en esos momentos, suena el autor barcelonés favorito de estos jóvenes que aún no han alcanzado la mayoría de edad.
Luego, doce horas tras el escenario permiten descubrir los entresijos de un certamen en el que la familia es protagonista y los músicos muestran su parte más desconocida e íntima. Los corrillos que forman los componentes de las distintas bandas tras sus respectivas actuaciones dan para escribir muchas historias. Entre bastidores se comprueba la singularidad de este festival que ha acertado adelántandose de septiembre a mayo y cuya organización transcurre de forma sincronizada y cuasi perfecta, sin dejar el más mínimo detalle a la improvisación.
Eddie Pérez y José Báez atraviesan la pista para dar los últimos retoques a un certamen que reúne a mas de 7.000 asistentes. Los encargados de atender a la prensa dan la bienvenida a todos los componentes del grupo interno de comunicación, entre ellos Carmen Rodríguez, 'Carmina hace cosas' en el plano profesional, o Pablo Millán, cuyas imágenes trasladarán a las redes sociales para difundirlas al mundo entero. Llegan Rosita y Alejandro, de + Visual Producciones, y comienzan a planificar tomas, momentos y rincones en los que plasmar esa sensación única de diversión. Son una pequeña parte de una organización compuesta por casi un centenar de personas entre montaje, producción técnica, seguridad, servicio de transporte, catering, carga y descarga, vallaje, etc., que empezaron a trabajar un situ el pasado jueves, incluida toda la noche, y que este domingo al mediodía lo dejarán todo vacío y listo para el próximo acto en el recinto que en verano se convierte en el templo de los sueños de los amantes de la música.
Deleite para la vista
Lori Meyers y Varry Brava ya han vuelto al hotel para descansar tras las pertinentes pruebas de sonido por la mañana, Alizzz afina instrumentos pasada la una de la tarde y Manel se sube a la furgoneta que le tiene preparada la organización justo cuando llega Zahara (que durante hora y cuarto pone a prueba voz, cuerpo y mente). El reloj marca las tres menos cuarto y las manijas caminan despacio hacia las cinco de la tarde, hora taurina, aunque en recintos así es mejor decir hora de diversión, cuando las puertas se abren de par en par para recibir a jóvenes y mayores, padres y madres y niños de todas las edades, dispuestos a vivir con intensidad este primer fin de semana de bendita normalidad post pandemia. Le tocará a Mujeres abrir fuego minutos después del ensayo previo ante el delirio de los que se agolpan ya nerviosos junto al macro escenario donde dan rienda a la fantasía. El calor no sujeta esos músculos prestos a ejercitarse para deleite de la vista. Se levanta el telón metafóricamente hablando para dar la bienvenida a la música en vivo, cuyos promotores esperan ansiosos que las cifras retornen también a la normalidad. En 2019, los festivales sumaron en España 382 millones de euros, frente los 157 millones del pasado año, que pese a todo fue un 13% mas que en 2020, el año trágico para el sector, según los datos de la Asociación de Promotores Musicales (APM). A tenor del calendario de conciertos previsto este 2022 en toda la provincia no se andará lejos de recuperar lo perdido en este trienio trágico.
Una de las revelaciones del año, Alizzz, se entrega tanto y pone tanta pasión que acaba con el labio herido a causa del micrófono
Existe la sensación de saturación de eventos, pero como dice Miguel, técnico de sonido, «que nos quiten lo bailado, ya era hora de recuperar el tiempo perdido», ese tiempo que los de + Visual Producciones aprovecharon para trabajar «en streming y en Gibraltar. Pero hubo momentos de terror y otros de pasarlo mal. Hay un mundo detrás de cada actuación, muchas personas que viven directa e indirectamente de la música en directo y necesitan trabajar otra vez». Francisco saluda efusivamente a un compañero con el que vuelve a coincidir en labores de seguridad. No se han visto desde que el Covid apareció en nuestras vidas. «Vuelvo al mismo sitio que hace tres años, parece que no ha pasado el tiempo, pero sí que ha pasado, y ha sido bastante malo». Mientras, Rafa y Jose son los gemelos que conforman el juego de espejos de la vida, tan iguales, tan diferentes, a cada lado de la valla.
Guillem Gisbert, integrante de Manel, se relaja una hora antes de tocar, sentado tras el escenario junto a sus compañeros. Y resta trascendencia a la situación: «Han pasado tantas cosas en el mundo como para compadecernos. Excepto los meses del confinamiento, el resto del tiempo hemos ido tirando como podíamos, haciendo música y algún que otro concierto», espeta el músico barcelonés, que a sus 40 años esboza mesura y empatía. Según los organizadores, es la primera vez que un festival andaluz contrata a esta banda que canta en catalán.
Mientras la música no cesa, operarios se afanan en adecentar la zona infantil donde los más pequeños tienen diversión propia. Allí acudirán los artistas para compartir vivencias con ellos. Hay que crear escuela para las futuras generaciones. Es una de las señas de identidad del Oh, See! Málaga , que recibe encantado a familias enteras para que disfruten juntos de su pasión en común.
Como una profecía del caprichoso destino, Lori Meyers canta «el tiempo pasará, no recuperaré las horas y los días que me has hecho perder», paráfrasis perfecta para entender este trienio de silencio festivalero y nostalgia musical, olvidados por fin en el templo de los sentidos de Málaga al albur de una primavera mediterránea cuasi estío que envuelve los pensamientos. Como el de Noelia, fiel seguidora de este grupo de Loja a punto de cumplir un cuarto de siglo de vida -siempre jugando con el tiempo, que nos recuerda Luis Cernuda: «la vida en tiempo se vive, tu eternidad es ahora, porque luego no habrá tiempo para nada»- que fue cabeza de cartel el viernes del Oh, See! Málaga y génesis de un verano esperanzador.
Si Zahara se muestra cercana y con grata amabilidad; Alizzz, una de las revelaciones del año, da tanto a su público y pone tanta pasión que acaba con el labio herido a causa del micrófono y Varry Brava culmina a lo grande una noche insuperable, en Lori Meyers, según palabras de Noelia, «se pueden ver 'Luciérnagas y mariposas' que revolotean alrededor entre 'Luces de neón'. Cantan con el corazón abierto. De Granada al gran cometa que orbita en cada historia. El tiempo no se parará y las historias seguirán surgiendo, de hecho, la historia comienza aquí, en «la noche en la que enloqueces y te creces». Sobre todo si Saúl Roldán y Alejandro Alarcón, componentes de Fiebre Djs, hacen subir la temperatura corporal en el lateral de un Auditorio que para la ocasión torna el manido lema de 'drogas, sexo y rock and roll' por el de música, familia y diversión a raudales.
El sábado se repite la historia con protagonistas diferentes, como Karavana, Amatria, Cupido, Kiko Veneno, Ángel Stanich, Nil Moliner, Ginebras, Carolina Durante, Fangoria + Nancys Rubias.
¡Que siga la fiesta!
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