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Leandro Pavón
Miércoles, 9 de septiembre 2015, 01:36
La fusión hizo que el flamenco pudiera llegar a un público más diverso en un nuevo siglo en el que los géneros musicales nacen a una velocidad imponente. Si hay alguien que ha sabido mezclar el flamenco con otros estilos ha sido Tomasito, quien despedirá la época estival de La Pepa, uno de los bares de copas del Puerto de Estepona. Será la primera vez que visita esta localidad y tratará de demostrar que su Azalvajao, título de su último disco, es más un estado de ánimo que el nombre de un CD.
Uno de los reclamos de Tomasito en sus conciertos es su puesta en escena. En las tablas no solo canta, sino que sus bailes, sus movimientos y su interacción con el público ha hecho que con el paso del tiempo, sus seguidores sean cada vez más heterogéneos. «La interacción con el público es lo más importante de cantar, porque ellos lo que quieren es eso. Les gusta cantar, bailar y pasárselo bien. Mis conciertos no son para sentarse y escuchar. Y además te puedes encontrar desde niños de siete años a personas de 60. Eso me encanta», afirma el cantante.
Tras un cambio en la producción, Tomasito es quien se encarga ahora de preparar sus creaciones, y aunque siempre tuvo libertad para interpretar, ahora su estilo lo lleva más allá. «El flamenco pega con cualquier estilo de música, pero según como lo metas. Hay palos como el blues que sí se predisponen más a fusionarse, pero por ejemplo, el reggae es muy complicado», puntualiza el músico.
Tanto es así que lo mismo se atreve con una rumba que con una versión aflamencada del Back in Black de AC/DC. «Las cosas salen así. Escuche Back in Black y le metí la guitarra española en vez de la eléctrica y ya el sonido es diferente. Lo mismo me pasó con el Agradecido de Rosendo, que le metí la guitarra española, el cajón y los pies, y queda una buena versión», explica el artista.
Madrid
Pese a ser de Jerez, Tomasito se fue muy joven a vivir a Madrid de la mano de Diego Carrasco, pero pese a dejar el sur de España, no perdió la inspiración flamenca. «El duende está ahí, pero es invisible. Es universal, esta por todo el mundo. Lo mismo puede salir en Madrid, en Estepona o en Barcelona, y cuando sale, pues sale», afirma el cantante.
Para el concierto de Estepona, Tomasito no solo mostrará los temas de su nuevo Azalvajao, sino que recurrirá al repertorio cosechado de sus seis discos anteriores, como La cacerola o El camino del hoyo, que ya paseó por los escenarios de toda España junto artistas como Kiko Veneno, Muchachito Bombo Infierno o Los Delinqüentes.
«La gente cuando nos ven a cinco montados en el escenario y que traen buen rollo, está encantada. Es lo que quieren ellos. La clave está en coger a cinco ejemplares de los que nos juntamos y ensayar algunas cosas, porque cada uno somos de nuestra padre y nuestra madre. Ese buen rollo se transmite después en el escenario, pero para llegar al concierto hay mucho trabajo detrás, explica Tomasito, que aunque hasta se dio a conocer el año pasado en Francia con su aparición en la película Gerónimo, no pierde de vista el sur de España para seguir regalando su duende por los escenarios.
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