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Domingo, 24 de mayo 2020, 01:49
ÁNGEL MONTOR
Fueron las Magdalenas, la titular y la suplente, las primeras en abandonar el pueblo; pero adaptaron la representación. Luego anunciaron su marcha cuatro apóstoles y el cirineo; y la última vez que vieron a ese asesino por omisión llamado Pilatos, llevaba bajo el brazo un catálogo de Formentera que incluía pensión completa y brindis de bienvenida. Y es que desde que inauguraron la agencia de viajes en el rincón de la calle de la Iglesia, con el machacón reclamo de luces de neón y ofertas irresistibles, la tradicional pasión teatralizada del sábado santo compite con las ofertas de escapadas. El cura, que se ha empleado a fondo para adaptar la obra a las sucesivas deserciones, abandonó toda esperanza cuando Jesucristo reservó un paquete de vacaciones multiaventura en Bahía Resurrección.
ANA M. MORALES
Mi vecinito es feliz. Ya no va a la guarde, su mami trabaja y la guarde viene a su casa.
La seño se quedó sin trabajo al cerrar la guardería y viene a cuidarlo.
Se asoma a su terraza a ver los gatos callejeros que deambulan por la urbanización.
Sale de paseo al jardín y va tocando todo lo que se encuentra. ¡ Mira un caracol!
Le encanta mi pez que tengo junto al arcoiris que pegué en la ventana.
Mi pez es especial porque es un pez volador, está colgado y vuela cuando hace viento.
Hoy al volver de tirar la basura los he visto en su terraza y me he acercado a distancia y con mascarilla a saludarlos, él aún no tiene 3 años, y me dice:
Ana ¿cómo es que tú te has bajado de tu casa?
FRANCISCO JOSÉ PADILLA FORTES
Hasta hoy he vivido tranquilo aquí dentro, la temperatura era agradable y se comía tan bien que he engordado. Pero hoy no para de moverse y hay goteras. ¿Qué ocurre? Algo me empuja, tiran de mi cabeza y escucho gritos fuera. ¡Me pegan! Voy a llorar.
¡Empezamos mal!
LUCÍA MORALES RODRÍGUEZ
Cada día voy a comprar por ver tus ojos, me salto la cuarentena y salgo por ti, por tus ojos azules llenos de luz, en mi mundo todo era oscuridad y no sabía que te necesitaba hasta que te conocí.
No has de hacer nada, sólo hacer como que no te das cuenta de que te miro y seguir estando ahí, no me importa la vida que tengas fuera de ese mostrador, sólo quiero imaginarte y ronronearme junto a ti.
Cuando llego a casa pongo a Dylan y bailo descalza durante horas Love Sick, el día se acaba y la noche, por fin, me invita a dormir.
Tengo miedo de que todo esto se acabe, temo que la realidad sucumba, que seas solo otro más que no puede salvarme, prefiero que seas siempre la persona que yo construí.
EDGAR ROBLES
El hallazgo del primer hueso fue todo un suceso que apareció en las noticias vespertinas y nocturnas. Conforme salían los fémures, las tibias y las costillas, los reporteros ya tenían abarrotado el perímetro. La policía tuvo que contener a los grupos de curiosos que intentaban romper el cerco. Salió un cráneo, dos, siete, nueve. Y después un montón de huesos. Era el suceso del año.
Pero yo no pude ser partícipe de él, porque claro, apenas la situación fue del conocimiento popular, tuve que salir de ahí esposado, con chaleco antibalas y la cabeza agachada. Mientras tanto, los forenses arrancando, machacando, profanando, mi bello jardín. ¡Y con el trabajo que me había costado sembrar a todas esas personas!
EDUARDO GARCÍA GUASCH
Mis cálculos son falsos, la hipocresía al cuadrado es más que la suma de los catetos al cuadrado. Creía poder aplicar a la política fórmulas matemáticas como el teorema de Pitágoras, pero es imposible, estos individuos escapan a cualquier mesura.
Una vez intente poner a prueba la ley de Arquímedes, pero el imbécil no se hundía bajo el agua. Hasta que no le di un par de martillazos, y dejó de respirar, no pude comprobar que ninguno de estos engendros pesa más que el oro, que creen valer.
Por lo pronto, seguiré probando mis teorías empíricamente…
MANUEL SANCHIZ SALMORAL
Las ondas tardaron en llegar a la Tierra ocho minutos y cuarenta segundos. Scott tomó nota del mensaje del astronauta Stafford: «El universo es infinito pero me encuentro solo». Cuando llegó a su apartamento, Scott colocó sobre la mesa el móvil, la tableta, el portátil y el reloj digital, se relajó en el sillón y no conectó la música ni la televisión. Una sola frase envolvió su espacio-tiempo: la Tierra es finita pero me encuentro solo.
ÁNGELA SWAN
Cerró la puerta. Bajó las escaleras. Respiró. El sol le dio en la cara. Hacía frío. Tomó el callejón empedrado de San Salvatore hacia la plaza, deprisa, sin rumbo. Con ganas de arrancarse los cincuenta y cinco años que le habían dolido y la angustia de no poder hacerlo. Ahora era invisible. Llegó a la portada de los leones alados que sostenían las columnas de piedra, cautivos como ella, sin libertad de movimiento.
MARIO GUERRERO GONZÁLEZ
Entre azucarillos se mueven unos tacones. Bailan para evitar caerse en las zanjas, y se libran. Todo rueda por el suelo, incluso los amores de antaño. Ella sigue el rumbo de una voz que la llama. Es la música, o quizás el olor a naftalina, pero ella ya no cree en nada. Gira y gira entre cadáveres. Gira y gira, hasta caer.
MARÍA LA VASCA
Me recomendaron que lo probase. Se ve que está usado, que ha pasado de mano en mano, pero estoy enganchada a él. Invento cualquier excusa para pasar tiempo juntos. Me acompaña a todas partes. Es divertido, apasionado y aventurero. Y en la cama, uf, en la cama no me deja dormir.
Lástima que tenga que devolverlo a la biblioteca.
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