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El malagueño David Díaz, conocido como Clow Cosplay en Japón. Tamaki Yukihiro
David Díaz, desarrollador de videojuegos en Japón: «El cosplay es una forma de comunicación»

David Díaz, desarrollador de videojuegos en Japón: «El cosplay es una forma de comunicación»

El malagueño trabaja desde 2018 para el gigante japonés Square Enix. Ahora regresa a casa para participar en Gamepolis

Alba Tenza

Martes, 6 de agosto 2024, 10:44

Desde su casa en Alhaurín de la Torre sabía cómo trasladarse a otros mundos sin necesidad de salir de su habitación. Recuerda su infancia conectado a la pantalla, jugando a la PlayStation I, justo cuando se dio cuenta que los videojuegos eran lo suyo. Aficionado al juego Final Fantasy VIII, una creación de la compañía desarrolladora de videojuegos japonesa Square Enix, conocida mundialmente por creaciones de gran renombre como la saga Final Fantasy, Dragon Quest o RPG Kingdom Hearts. Muchos consideran esta empresa como el olimpo de los videojuegos, una multinacional donde cualquier aficionado de los videojuegos desearía trabajar. Algo que cada día experimenta el malagueño David Díaz, conocido en Japón como Clow Cosplay, que además de trabajar como desarrollador de videojuegos en Square Enix, es creador de contenido y hace cosplay. El malagueño cuenta con casi 20 mil seguidores en Instagram y nueve años de vivencias en Japón, lugar donde todo comenzó.

–¿Qué lleva a un chico de Alhaurín de la Torre a construir su vida en Japón?

–A mí siempre me han encantado los juegos japoneses y de rol, de ahí que esta cultura siempre me haya llamado la atención. Desde pequeño tuve claro que de mayor quería hacer videojuegos tan chulos como los que a mí me habían marcado para que las siguientes generaciones pudieran vivir lo que yo había vivido con esos juegos. Esa era mi meta personal y aunque no ha sido fácil, ya llevo nueve años aquí en Japón, trabajando desde 2018 en Square Enix, una empresa de primer nivel.

–¿Tenía claro entonces que este sería su camino?

–Es cierto que mi camino empezó en Alhaurín de la Torre en el Instituto Gerald Brenan, después me gradué como primero de mi promoción en Ingeniería Técnica de Sistemas en la Universidad de Málaga y empecé a trabajar en el área de investigación. Ya me interesaban los temas de videojuegos pero tenía los pies en la tierra y sabía cuáles eran mis limitaciones al estar en España, donde, en aquel momento, no había ningún tipo de especialización para desarrollo de videojuegos. Sin embargo, las cosas de la vida, el proyecto de la UMA en el que trabajaba se quedó sin fondos y se canceló. Fue mi momento para decir: me lanzo a la aventura.

–O sea que cogió rumbo a Japón con el objetivo de abrir nuevos horizontes…

–Bueno, mi objetivo principal era mejorar allí mi japonés, puesto que ya había estudiado cuatro años en la Escuela Oficial de Idioma de Málaga. Estuve un año estudiando allí, aprobé el examen y opté por el 'shuukatsu', que es como se llama a la búsqueda de trabajo para los recién graduados. Sin embargo, lo pedí tarde, cuando solo me quedaban dos meses de academia y esto debe hacerse un año antes de terminar los estudios. La tardanza dificultó mi búsqueda de empleo, la primera vez que lo intenté eché curriculum en 17 empresas de videojuegos y no fue hasta tres años después, cuando ya había ganado experiencia trabajando en empresas de desarrollo de videojuegos para móviles, cuando logré entrar a Square Enix, una de mis empresas soñadas.

–¿Cómo es trabajar en una empresa soñada? ¿Es como lo imaginó tantas veces?

–Es un trabajo muy duro. Sabes cuándo entras, pero no cuando sales. Hay que saber organizarse porque hay muchos imprevistos. Es un trabajo súper creativo y no puedo contar mucho más por los propios acuerdos de confidencialidad de una multinacional así… Pero puedo decir que estoy muy contento con el proyecto, el equipo y el director que, hasta ahora, me ha permitido hacer muchas cosas. Trabajar en el proyecto Final Fantasy VII Remake, que es el buque insignia de la empresa, ha sido un sueño cumplido después de pasar mi infancia jugando a este juego, aunque debo reconocer que fue duro el comienzo porque era un proyecto que estaba ya en fase de 'crunch', etapa en la que el videojuego se acerca al final del desarrollo y hay que echar millones de horas.

–Después de nueve años en Japón, ya pensará en japonés…¿Cómo es trabajar en otro idioma?

–La entonación es algo que nunca se pierde, mi japonés tiene un poco de acento andaluz (ríe). Todos mis trabajos aquí han sido en japonés, pero es verdad que en Square Enix hay una gran comunidad internacional, por lo que también podemos comunicarnos en inglés, aunque el grueso del trabajo sea en japonés. Algo que me ayudó a mejorar mucho en el idioma fue practicarlo con las personas que iba conociendo cuando empecé a hacer cosplay…

–Hablando de cosplay, ¿empezó a hacerlo por primera vez en Japón, o ya tenía experiencia previa?

–Yo realmente lo hago desde que vivía en Málaga cuando iba a eventos como Gamepolis. Es una manera muy bonita de conectar con gente a la que le gusta lo mismo que a ti. Para mí, supone una forma de comunicación que tenemos los seres humanos, mucho más allá de disfrazarse de personajes de videojuegos, animes, series…

–¿Se puede vivir de ser cosplayer en Tokio?

–Sí, aquí está mucho más profesionalizado. Hay un mercado enorme, yo he llegado a trabajar de ello aquí, de hecho voy a Málaga como cosplayer internacional. En Japón se considera como una variedad de ser modelo para promoción de productos multimedia. Para mí antes era una afición para conectar con gente y ahora es una manera de expresar mi amor hacia una franquicia, un juego, una película o lo que sea.

–¿Le queda tiempo para su lado 'gamer'?

–No tengo el mismo tiempo que cuando tenía 13 años pero sigo jugando. Siempre me quejo con mis compañeros porque muchos japoneses pecan de no disfrutar de lo que hacen, solo trabajan. Muchas veces les propongo quedar para jugar a videojuegos porque además de gustarme, pienso que esto te retroalimenta. Como desarrollador hay que tener muy en cuenta el mercado porque es un producto en el que trabajan muchas personas y se invierte mucho dinero.

–Viene a Málaga a Gamepolis, ¿qué supone el reencuentro con su tierra? ¿Qué hará en el evento?

–Málaga siempre se echa de menos, aunque es muy bonito vivir entre dos culturas porque te quedas con lo mejor de cada una. Llegaré a Gamepolis el viernes, el sábado firmaré libros de17.00 a 18.00 horas y el domingo contaré, de la mano de la Escuela Superior de Videojuegos y Arte Digital (Evad), cómo ha sido trabajar para uno de los videojuegos más importantes esperado de esta era como es el Final Fantasy VII Remake.

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