Solidaridad en las venas

La pregunta «¿Has desayunado bien?» ha sido la más repetida durante los más de 15 días en los que se ha desarrollado la campaña de donación de sangre en la Universidad, que comenzó el pasado martes, 5 de noviembre, en la Facultad de Derecho y que se ha extendido por las diferentes facultades del complejo universitario a lo largo del mes de noviembre.

Cuando se produce un caso cercano en el que un familiar o amigo necesita una transfusión de sangre, es precisamente el momento en el que se toma conciencia de la realidad y la necesidad de contar con suministros de sangre en los hospitales. José Emilio Alonso, facultativo del Centro de Transfusión Sanguínea, explica que se tiene un déficit diario de 250 bolsas de componentes hematológicos que se suministran a todos los hospitales públicos y privados de la provincia. «Tenemos que estar en una lucha constante. Sabemos que nos ponemos pesados en mandar mensajes a los donantes para que acudan a donar porque falta un grupo específico, pero es que las necesidades son diarias», comenta Alonso.

El objetivo para esta primera campaña del mes de noviembre es, además de superar las 1.900 donaciones que se consiguieron en el mismo período del año anterior, fidelizar a los estudiantes para que acudan a donar en otras ocasiones.

Otro de los llamamientos que lanzan desde el CRTS es la donación de médula ósea, un proceso donde las probabilidades de compatibilidad con una persona que no es familiar directo son muy bajas, de ahí que la recepción de médula sea tan dificultoso. «Las posibilidades son como los grupos sanguíneos pero elevados a la undécima potencia, por lo que hay muy pocas personas compatibles», declara Jorge Vallejo, coordinador de Trasplantes del Hospital Regional de Málaga.

El procedimiento es muy rápido y sencillo. Únicamente se requiere tener entre 18 y 40 años, gozar de buena salud y firmar un consentimiento para formar parte del banco de donantes nacional. Tras ello se realiza una extracción de sangre y en caso de que se produzca un 'match' con alguien, se llevaría a cabo un reconocimiento médico más específico para pasar al proceso de donación. «Este puede ser de dos tipos, a través de extracción de sangre o mediante el pinzamiento de la cresta iliaca», explica Vallejo. Esta forma de conseguir médula es más laboriosa y requiere una instrumentación quirúrgica, por lo que el donante tendría que someterse a una operación en quirófano. «Ante ese miedo que a veces surge a la donación de médula a través de esta segunda opción, hay que recordarle a los jóvenes que es un proceso absolutamente limpio y no doloroso, además contamos con muy buenos profesionales», sostiene el coordinador de trasplantes.

Hasta este jueves, 28 de noviembre, quien lo desee y se encuentre en condiciones para donar podrá acudir a los puntos de donación ubicados en las facultades del complejo universitario, recordando que simplemente con un buen desayuno y 20 minutos de donación se puede salvar la vida de tres personas.