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TERESA R. DEL SOL
Martes, 26 de abril 2022, 00:09
Las últimas lluvias parecen haber dado un pequeño respiro a la sequía que vive la provincia de Málaga, pero no es suficiente. En especial para la zona de la Axarquía, donde las precipitaciones han sido escasas y el embalse de La Viñuela apenas ha aumentado su nivel lo necesario como para levantar la situación excepcional de sequía que mantiene. Para este embalse el Instituto de Domótica y Eficiencia Energética (IDEE) de la Universidad de Málaga ha ideado 'Agua+S', un proyecto que termina con la dependencia de la lluvia. Además, se trata de un modelo reproducible a otras zonas. La solución que plantean los investigadores es la desalinización del agua del mar a partir de tres infraestructuras coordinadas: una desaladora, un parque fotovoltaico y una estación de red de bombeo.
Un plan creado para el presente pero también para un futuro que precisamente no se vislumbra abundante de agua en el sur del país. En Andalucía existen algunas plantas desalinizadoras que funcionan por ósmosis inversa. El proceso consiste en aplicar presión sobre una solución de agua salada, hacerla pasar a través de una membrana semipermeable y permitir el paso del agua pura, pero no el soluto. Para ejercer esta presión se necesita un gran volumen de energía. La desaladora que presentan los investigadores también es por ósmosis inversa. ¿La gran novedad? Los paneles solares.
Uno de los impulsores y director del IDEE, Francisco Guzmán, pone como ejemplo el invento de la fregona, dos elementos que ya existían y que solo necesitaban ser unidos. Lo mismo ocurre con este proyecto innovador a nivel mundial, el uso de las placas solares acabaría con uno de los principales inconvenientes de las desaladoras: el gran y costoso gasto energético que requieren. Aprovechar el agua del mediterráneo y las horas de sol de Málaga son las claves del plan.
«Desde el instituto nos caracterizamos por conocer la existencia de lo que hay e intentar aplicarlo a las necesidades que van surgiendo. Esa es nuestra principal característica, además de hacer temas de investigación. Las plantas fotovoltaicas no las hemos inventado, es decir, simplemente conoces la tecnología, ves las necesidades que hay y buscas soluciones a los problemas», expone Francisco Guzmán.
La estructura consiste en lo siguiente: en el agua del embalse de la Viñuela quedaría colocado el parque fotovoltaico flotante, la red de bombeo en el cauce del río Guadalhorce y la desaladora cercana al mar. El sistema para conseguir agua es un ciclo sostenible, la energía producida por los paneles solares viajaría de la subestación cercana al embalse a la red eléctrica. Por otro lado, para el funcionamiento de la planta desalinizadora, esta se nutriría de la energía de la red eléctrica. Una vez desalada el agua, subiría impulsada por la estación de red de bombeo a través de un sistema de tuberías instaladas en el cauce para acabar desembocando en el mismo embalse.
'Agua+S' permitiría la producción de 20 hectómetros cúbicos anuales que podrían ser ampliables al tratarse de un proyecto modular. Actualmente el volumen de agua de la Viñuela es de 27 hectómetros cúbicos, un 16% de su capacidad total (165 hectómetros cúbicos).
Los investigadores cuentan la existencia de estudios biológicos donde exponen que se podría cubrir con paneles solares hasta el 30% del agua de la superficie del embalse sin que suponga algún peligro para la biodiversidad del embalse. «No afecta ni al fitoplancton, ni a las algas o a la oxigenación del agua. Además, las placas no estarían pegadas unas a otras si no que estarían separadas, existen otros ejemplos en el mundo», explica Guzmán.
La desaladora y las estaciones de bombeo que han planteado desde el IDEE requieren una energía de 40 megavatios por lo cual solo necesitarán cubrir el 3% del embalse. En el caso de querer generar más electricidad para el consumo habitual bastaría con añadir más paneles al parque fotovoltaico. «Con la superficie cubierta del 30% podríamos generar 500 megavatios de electricidad, es decir, estamos hablando como la central hidroeléctrica de Tajo de la Encantada que se encuentra en el Chorro. Ahí podrías estar generando electricidad para Málaga prácticamente», cuenta el director.
La construcción del plan, según afirman los investigadores, no necesitaría expropiación del suelo. «El otro gran inconveniente que tienes cuando trabajas con la desaladora es que tienes que utilizar suelo privado para ponerla. En este caso se instalaría en la desembocadura, no había ningún problema», expresa el director del IDEE.
Otra de las ventajas frente a las plantas desalinizadoras convencionales es que no necesitas mineralizar el agua que se obtiene en el proceso, ya que al arrojar el agua desalada en el embalse se mezcla con la ya existente, así que se ahorraría el paso de potabilizarla. «Estás actuando como la naturaleza. Además, no solamente eso sino que cuando se quiera utilizar, si es para riego de los cultivos, va a ir directa, pero si es para las ciudades lo que va a hacer es pasar por las distintas plantas potabilizadoras que tienen las ciudades. No se tiene que hacer ninguna instalación nueva», cuenta Guzmán. El sistema también está diseñado para que la desaladora trabaje 24 horas. La red eléctrica se utilizaría como unidad de almacenamiento para las horas de oscuridad.
El plan ambicioso de la UMA no solo trae una solución a la sequía y un aumento de la energía de forma limpia y respetuosa con el medio ambiente sino que además busca generar ingresos extras aprovechando el producto residual de la salmuera para obtener, por ejemplo, hidrógeno.
«Puedes además producir ácido clorhídrico que es lo que se utiliza para limpiar las mismas membranas de ósmosis inversa de la desaladora y comercializarlo. Puedes generar sal, hay muchos subproductos que se obtienen a partir de la salmuera, no es como antes que toda la sal sobrante la echabas al agua. Esto en una zona determinada no pasa nada, pero en otras podría ocasionar problemas porque el agua está sobresalada. En este caso no es así, lo que viertes al mar de nuevo es un 30% de lo que se vertía antes. Ahora estás aprovechando ese producto y estás generando ingresos», explica Francisco Guzmán.
El equipo no solo pensó en la provincia de Málaga al idear la unidad modular para el embalse de la Viñuela, este modelo es reproducible a pantanos cercanos al mar. «Nosotros lo hemos planteado para todos los embalses que estén a menos de 20 kilómetros de la costa. En Andalucía tienes 14 emplazamientos que cumplirían estos requisitos. Existen 14 embalses que están a menos de 20 kilómetros del mar y que podrías utilizarlos como cabeza de playa para generar electricidad, impulsar el agua y llenarlos. La energía que se podría producir en esas presas son dos centrales nucleares. Andalucía en este caso se convertiría en una exportadora tanto de energía como de agua», asegura el investigador.
La solución a la sequía parece sencilla, sin embargo los trámites burocráticos dificultan la puesta en marcha de 'Agua+S'. La inversión que se necesita para esta obra, calcula el IDEE después de evaluar todas las partes de la estructura, es de 67 millones de euros aproximadamente, que aseguran se amortizaría en unos tres años. El proyecto ya lo han presentado ante prácticamente todas las instituciones que han dado el visto bueno, pero han ido depurando responsabilidades a órganos superiores por la falta de fondos. El proyecto ha pasado por la Delegación del Gobierno de la Junta en Málaga, por los cargos institucionales competentes de la Junta de Andalucía y finalmente lo han planteado ante el Senado.
Desde la Comisión de la Comisión de Ciencia y Universidades en el Senado han dado el visto bueno a 'Agua+S' y se han propuesto sacarlo adelante, aunque la inversión tiene que venir de los fondos europeos 'Next Generation'. Ahora el IDEE está a la espera de una cita con el Ministerio de Ciencia e Innovación y el de Transición Ecológica para solicitar dichos fondos. «La otra aportación privada que se necesita ya contamos con ella», explica el director.
«Hemos tenido reuniones con cinco consejerías de la Junta de Andalucía, y plantean declararlo proyecto estratégico, con lo cual estaría abanderado en este caso por la Junta. Ellos están dispuestos a sacrificar las trabas burocráticas, pero dicen que los fondos tienen que venir de Europa», añade Guzmán.
Desde el IDEE remarcan la importancia de que el plan salga adelante para acabar con la escasez de agua que persigue especialmente al embalse de la Viñuela desde hace años, y por el cual se nutre la zona de la Axarquía y pone también en peligro la supervivencia de la agricultura.
«Tenemos el apoyo de todas las cooperativas de agricultura de la Axarquía porque están viendo que no hay solución, este año la solución que adoptaron fue podar los árboles para que el árbol siga vivo y no necesite tanta agua. Esto no pueden hacerlo todos los años, han invertido mucho dinero para que de un año a otro no haya agua. En las ciudades ocurre lo mismo, tiene que haber suficiente agua para los futuros hoteles que se construyan y los turistas puedan venir. Esto tiene que salir sí o sí», explica Francisco Guzmán.
En el momento que se llevara a cabo 'Agua+S', el proyecto podría estar en funcionamiento en un margen de un año, según explican. La inversión que se necesita de 67 millones de euros se recuperarían, calculan los investigadores, en tres años o cuatro años.
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