Tik Tok se hace un hueco en el proceso de enseñanza en la UMA

Una vez entregado el Tik Tok, el siguiente paso fue rellenar un cuestionario, a través del cual los profesores pudieron analizar y medir la recepción que los estudiantes tuvieron de este proyecto como herramienta integradora del proceso digital. «La respuesta ha sido excelente, tras las encuestas que realizamos, la pregunta más común por parte de los alumnos fue que por qué no se hacen más proyectos así en la Universidad», explica Yélamos. Para ella, un proyecto de este tipo, que no es el primero que realiza, es «interdisciplinar» porque desarrolla las capacidades del alumnado, además de estudiar la propia historia.

Por otro lado, García admite que la reacción ha sido muy positiva, ya que los alumnos de las nuevas generaciones «responden muy bien, son muy activos y participativos». Desde su punto de vista, los estudiantes tienen mucho que decir. La motivación estaba presente durante todo el proyecto por parte de ellos. Algo que ha sido de gran ayuda para que su elaboración y su efectividad cobren sentido. La muestra está formada por 69 participantes, de los que el 74% son mujeres, con edades comprendidas entre los 19 y 30 años y el porcentaje restante compuesto por hombres de entre 19 y 27 años.

Incorporar una red social que se usa a diario en el proceso de enseñanza supone un avance a lo que la innovación educativa se refiere. «Haciendo este tipo de proyectos, los alumnos aprenden de una manera más lúdica y no a golpe de memoria», aclara Yélamos, con lo que García está de acuerdo y añade que, además, incluir Tik Tok en el proceso de enseñanza supone eliminar barreras: «Con esto se han borrado las líneas que hay entre un ámbito más privado, personal y doméstico; frente al ámbito académico». Los alumnos han podido percatarse de cómo las redes sociales se pueden utilizar para cualquier ámbito, siempre y cuando se sigan unas directrices adecuadas. El objetivo de este proyecto era «demostrar que las redes sociales bien usadas pueden ser efectivas en el proceso de enseñanza y aprendizaje, algo que, además, motiva en gran medida al alumnado», reconoce Yélamos.

A pesar de que las redes sociales están a la orden del día, aún no están incorporadas en gran medida en la enseñanza universitaria. Yélamos admite que aún hay muchos prejuicios sobre la incorporación de una red social como Tik Tok a la enseñanza por parte de la sociedad, pertenezca o no al ámbito académico. «Mucha gente piensa que usar esta red social no dota de seriedad a la Universidad, algo que no suele ocurrir con la enseñanza en Primaria o Secundaria, donde el uso de herramientas digitales está mucho más extendido», aclara. García opina que, a pesar de que exista aún ese prejuicio a usarlas, «cada vez hay menos miedo precisamente gracias a estudios como este y más posibilidades de echar abajo ese muro que hay entre las redes sociales y el ámbito académico», admite.

Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) suponen un avance en la educación. El cuestionario realizado por los investigadores para que el alumnado evaluase la experiencia extrae conclusiones sobre este proyecto. Los alumnos consideran que el aprendizaje «compuesto por un alto componente digital y relacionado con elementos de moda, como es Tik Tok, los motiva e implica», recalca Yélamos.

La efectividad de las TIC se observa con el 59,4% de los alumnos que valoran satisfechamente el enfoque metodológico, junto al 87% que afirman que las nuevas tecnologías suponen una ventaja. Los docentes constituyen un papel proactivo referente a las TIC y las nuevas metodologías, tal y como se ha hecho con este proyecto.