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Clase de 'Multideporte 2' de los chicos de Asociación Down Málaga y los profesores Christian Ureña y Laura Calderón. Eva S. Melendo

El gran lazo de unión con la Asociación Down

El Complejo Deportivo de la UMA lleva más de 20 años trabajando con el 'Proyecto Pionero'

CRISTINA PINTO

MÁLAGA.

Martes, 10 de diciembre 2019, 00:35

«¡Manos arriba! ¡1,2,3, Pioneros!». Este grito de equipo resuena como ninguno en el Complejo Deportivo Universitario los martes, jueves y sábados. Las gargantas que protagonizan este cántico están llenas de superación. Son de los chicos de Asociación Down Málaga y de Christian Ureña y Laura Calderón, actuales responsables del 'Proyecto Pionero'.

El arte de educar a los jóvenes a través del deporte es una de las mejores vías. Sobreponerse ante situaciones adversas, trabajar en equipo, sentimiento de grupo o pertenecer a un colectivo son algunas de las virtudes que Christian y Laura enseñan a los chicos con síndrome de Down. Para llegar a esto son imprescindibles dos factores: la parte pedagógica, de la que se encarga Laura Calderón; y la parte de la técnica deportiva, que conduce Christian Ureña. La fusión del trabajo de ambos culmina en un complemento educativo perfecto para los niños con diversidad funcional. «Conseguimos una mejora de la expresión física de manera atractiva para ellos a la vez que mejoran su salud», cuenta Christian.

Deporte y educación

Los martes y jueves, las clases en el pabellón universitario están dedicadas a 'Multideporte 2'. En ellas, nueve jóvenes de 12 años en adelante pasan una hora y media en la que se sienten en familia. En este tiempo, las cuatro paredes de la clase se llenan de risas constantes, momentos de superación y caras de satisfacción. Sin olvidar que en este aprendizaje lo primordial es la educación. «En cada ejercicio que hacemos se trabajan las relaciones sociales y las cosas del día a día. Saludar y despedirse en clase, el respeto y la colaboración entre compañeros unidos a los conocimientos técnicos del deporte, son la clave en la evolución de los alumnos», asegura Laura.

Pero conseguir este proceso no es nada fácil; requiere de paciencia y amor por lo que se está haciendo tal y como comenta la pedagoga, Laura: «Como todo en educación es un resultado a largo plazo. De repente llegas un día y ves que todo lo que hemos estado trabajando está funcionando. Eso es lo que nos da la ilusión por seguir mejorando». En esto coincide su compañero Christian. «Mientras que los chicos estén a gusto con nosotros y veamos una evolución en ellos, seguiremos trabajando y luchando por este proyecto tan bonito», dice el profesor.

No solo el 'Multideporte' acompaña a la educación de los chicos de la Asociación Down. Los sábados hay dos sesiones matinales para aprender en el agua. Este día, la piscina del Complejo Deportivo se convierte en la mejor herramienta para educar a los niños. En primer lugar los más pequeños de 0 a 6 años y después los mayores. «Conseguimos que logren independencia en el medio acuático. Lo hacemos desde el punto de vista lúdico pero sin que pierdan el respeto al agua», comenta Christian, uno de los responsables.

El monitor, Christian y su alumna María. Eva S. Melendo

El gran lazo de unión con Asociación Down

El Complejo Deportivo de la UMA lleva más de 20 años trabajando con el 'Proyecto Pionero'

El director de Deporte Universitario, Pedro Montiel, fue el creador de 'Proyecto Pionero'. Hizo una tesis en el año 2000 sobre ello, ha llegado a congresos internacionales y fue premio de investigación del Instituto Andaluz del Deporte. Una iniciativa que nace hace más de 20 años entre la UMA y la Asociación Down. «Este ha sido el proyecto más bonito de mi vida», asegura Montiel con una sonrisa. Eran dos puntos clave los que tenía este proyecto desde su inicio. En primer lugar la atención temprana para trabajar hasta llegar a los procesos cognitivos para el aprendizaje de la vida cotidiana. Tras esto, la segunda parte, el aprendizaje deportivo y la integración dentro del deporte como iguales. Además se ideó un nuevo plan: 'Formación de formadores'. «Nos dimos cuenta de que en la escuela los profesores no tenían la formación necesaria. Creamos un seminario para todo el aprendizaje previo de los profesores», cuenta Pedro Montiel. Para las dificultades de la piscina también se creó un manual de anticipación para los padres, lo que hacía que los niños no fuesen con el miedo. «Este proyecto sirvió para normalizar la situación. Fue clave en la evolución», asegura Pedro Montiel.

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