Labajos: «En 25 años se ha perdido la implicación de las primeras promociones»

Ciencias de la Salud celebra este año su vigésimoquinto aniversario y durante esa trayectoria ha pasado de ser una escuela universitaria que albergaba únicamente las titulaciones de Enfermería y Fisioterapia a una facultad que ofrece hoy día dos grados más (Podología y Terapia Ocupacional), cuatro másteres, dos títulos propios, un programa de doctorado y una amplia oferta de formación especializada. Asimismo, en estos años la docencia de las titulaciones se ha trasladado de una planta de hospital a una escuela en Martiricos y de ahí, a una facultad en la ampliación del campus de Teatinos. Pese a toda esta evolución, María Teresa Labajos asegura que en 25 años «se ha perdido la implicación de las primeras promociones con la facultad».

La decana de Salud considera que la vocación se mantiene intacta en todas las promociones, pero la implicación se ha reducido. Los primeros alumnos sufrieron falta de infraestructuras, de medios audiovisuales y de centros para realizar prácticas, pero se sensibilizaron con los problemas y cuando crearon sus propias clínicas, las pusieron a disposición de las promociones futuras. «Los alumnos que llegan ahora se encuentran con un centro universitario y entienden que ya está todo hecho», explica Labajos. Lo mismo ocurre con los profesores. «Tienen sus clínicas fuera y eso es lo prioritario. Vienen a dar clase pero no a hacer equipo», apunta Labajos.

El mercado laboral es otro de los aspectos que ha cambiado en estos 25 años. «Antes era un mercado muy cómodo, pero ahora es muy competitivo y los chicos forzosamente tienen que irse fuera», señala la decana, aunque la investigación despunta actualmente como una buena salida laboral. «La investigación tiene que ir unida a la docencia y a la asistencia. Si no, no sirve para nada».

Los estudios de Salud se integraron en la Universidad de Málaga en 1990 con la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia, las dos titulaciones que ofrecía. En 1992 la escuela pasó a denominarse de Ciencias de la Salud pero, a pesar de ser universitaria, las clases no se impartían en una facultad, sino en una planta del Hospital Civil. «Por más que yo le explicaba a los pacientes que eso era una escuela ellos no lo entendían y me pedían citas médicas», cuenta entre risas la decana.

En 1997 llegó la primera mudanza: los estudios se trasladaron al edificio de Martiricos. Allí se implantó en 2006 la titulación de Podología y en 2007 la de Terapia Ocupacional, con lo que la escuela albergaba ya cuatro carreras. «Llegó un momento en el que el espacio era insostenible para dar clase y para desarrollar tareas de investigación», cuenta Labajos. Por ello, alumnos y profesores se desplazaban para algunas clases a la ampliación de Teatinos, donde se estaba construyendo la nueva facultad.

El traslado a Teatinos

En 2011 la escuela pasó a llamarse Facultad de Ciencias de la Salud y hace dos años se produjo el traslado definitivo a la nueva facultad que alberga actualmente 1.700 alumnos y 300 profesores. «La guinda que nos faltaba para terminar de ser una facultad era el envoltorio y ya lo tenemos», expresa la decana.

Los retos principales que se marca Labajos cara al futuro son seguir consolidando los estudios actuales e implantar nuevas titulaciones, así como potenciar y reforzar la investigación. «Hemos sido los últimos en tener edificio pero seremos los primeros en adaptarnos a los cambios», concluye la decana.