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MARIVÍ MORILLA
Miércoles, 4 de marzo 2015, 10:21
En algunas titulaciones de la UMA a los gastos de matrícula hay que sumarles después los de los libros que requieren las asignaturas. Es el caso de Derecho, una de las carreras que más libros exige, llegando incluso a ser necesarios dos manuales por materia. Y no son baratos. Con el objetivo de minimizar en la medida de lo posible esos gastos a los alumnos, la Asociación de Estudiantes Conecta organizó la semana pasada en el 'hall' de la Facultad de Derecho su octavo mercadillo de compraventa de libros.
Durante tres días, la asociación de estudiantes actuó únicamente como intermediaria entre los estudiantes que deciden vender los libros que ya no utilizan al precio que ellos ven conveniente y los alumnos compradores que pueden adquirirlos a un precio más reducido. De esta manera, los vendedores obtienen un beneficio económico. «Conociendo las dificultades económicas que tienen los jóvenes, nuestra finalidad es ofrecerles más facilidad a la hora de adquirir sus manuales, especialmente en una carrera como es Derecho», explica Mercedes Martín, presidenta de Conecta.
El mercadillo permaneció abierto los días 23, 24 y 25 de febrero en horario de mañana y de tarde. En las ediciones anteriores los alumnos entregaban los libros que querían vender el mismo día que se ponían a la venta, lo cual resultaba un tanto «caótico», como apunta la presidenta de Conecta. Por ese motivo, en esta ocasión los estudiantes entregaron los libros tres días antes de que comenzara la venta. «Así podemos llevar un control mejor de los manuales y es más fácil para organizarnos», expresa Martín.
El número de alumnos que se animan a vender sus libros aumenta edición tras edición. Los manuales que finalmente no son vendidos son entregados a sus dueños por Conecta. «Si el libro se vende, le damos el dinero íntegro a su dueño y si no se vende, le devolvemos el libro», expresa Mercedes Martín.
El mercadillo supone una gran ayuda para muchos estudiantes a los que les resulta complicado adquirir los libros en librerías debido a su elevado coste. El precio de los ejemplares suele ser la mitad del coste que tienen en las tiendas. «El primer día teníamos toda la mesa llena de libros pero después sólo van quedando los mismos», cuenta Mercedes Martín. Así lo corrobora el estudiante Agustín Palma: «Los libros más interesantes han durado muy poco esta vez y no me ha dado tiempo a comprar nada. La próxima vez me paso el primer día».
Por otra parte, desde la Asociación de Estudiantes afirman que la venta de los libros se ha reducido este año. «Es cierto que hemos tenido menos compra que el año anterior porque la gente tiene un nivel de vida mejor, aunque no llega a ser del todo cómodo y por eso muchos siguen animándose a comprar», señala Mercedes Martín.
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