Las bibliotecas pasan las noches en vela

Marta Arrabal llega a la Biblioteca General después de cenar y se queda allí «hasta que el cuerpo aguanta», siendo en algunos casos a las cinco de la madrugada. La estudiante de Ingeniería de Telecomunicaciones es una de las muchas personas que frecuentan por la noche los centros bibliotecarios de la UMA y que se aferran a su horario extraordinario ante la inevitable llegada de los exámenes.

Para un gran número de estudiantes la ampliación del horario de apertura de las bibliotecas son casi una «salvación». Así lo expone Marcos Javier Rodríguez, alumno de Comunicación Audiovisual, que «desde pequeño» ya aprovechaba las horas que la ciudad dormía para aprenderse el temario de las asignaturas. «En mi piso resulta casi imposible estudiar, porque convivo con un compañero que tiene la música puesta todo el día», relata el joven. Por otro lado, acudir por la noche a la General, según expone el universitario, implica encontrar un sitio «casi seguro» en el recinto, ya que durante el día «parece que hay que llegar a primera hora para coger alguno, y a veces ni eso».

La compañía también es un punto a favor para ir a estudiar a estos centros una vez que se ha escondido el sol. Así lo afirma Antonio García, estudiante de Relaciones Laborales y Recursos Humanos: «Si vamos gente de la misma carrera podemos preguntarnos las dudas, y siempre anima más estudiar con alguien que hacerlo sólo». Asimismo, Trinidad Castillo, de Ingeniería de la Salud, añade que acudir en grupo viene muy bien «para apoyamos los unos a los otros y para que cuando alguien se desconcentre siga esforzándose», por lo que al final se acaban dedicando más horas a la tarea.

Sin embargo, según comenta Itziar Pérez, estudiante de Derecho,el ambiente de las entradas de las bibliotecas muchas veces se asemeja a lo que podría ser un «centro social». Esto ocurre cuando se coincide con otros conocidos y el descanso se alarga más de lo previsto. Fumar, según apunta la alumna de Periodismo, Amanda Villar, «tampoco ayuda» a aprovechar el tiempo todo lo que se podría, aunque quien realmente se lo propone no deja que el vicio repercuta en su objetivo.

Periodo extraordinario

El periodo de apertura extraordinario abarca desde el 16 de enero hasta el 15 de febrero, y afecta, entre otras, a la Biblioteca General, que abre entre semana desde las 8.30 hasta las 7.00 horas del día siguiente. Por otro lado, las de Ciencias y Económicas estarán abiertas hasta las 3.00 de la madrugada, y la de Medicina cierra entre semana a las 12.00 horas, aunque no abre durante los fines de semana ni en los días festivos.