Torremolinos recuerda sus orígenes con una calle dedicada al Cortijo de Cea
El pleno acuerda dedicar un vía a esta finca en los terrenos que ahora ocupa el parque acuático como testimonio de la historia local
José Rodríguez Cámara
Torremolinos
Domingo, 21 de abril 2024, 00:27
Torremolinos aprobó nuevos nombres de calles en el pleno de la Corporación del pasado mes de marzo. Con esta decisión se recuerda a queridos vecinos, ... como el profesor Mariano Alba; se rinde homenaje a una importante comunidad extranjera, la procedente del Reino de Holanda; se visibiliza a Sandra Almodóvar, mítica cantante y artista transexual; se reivindica el papel de Clara Campoamor en la consecución de derechos de la mujer, o se reafirma el vínculo de la ciudad con Finlandia. Y también, en el actualizado callejero, se hace un repaso de la historia local, joven, en lo que a constitución como municipio se refiere, pero con hondas raíces históricas como población, como demuestra el Cortijo de Cea, que también tendrá su nombre en una placa.
El cronista de honor de Torremolinos, Carlos Blanco, indica que esta finca, actualmente desaparecida, ocuparía un terreno ubicado al sur del Palacio de Congreso y que se extendería hasta los manantiales, donde el molino del Moro, lo que ocupa hoy el parque acuático y los Sorolla. La labor principal era la del olivar y la primera referencia histórica sobre este paraje fue hallada en un legajo de 1755, conservado en el Archivo de la Catedral de Málaga donde, recuerda Blanco, se cita textualmente: «El Presbítero Francisco de Zea y Salvatierra compró a Isidro Inca los dos molinos harineros, un cortijo con agua, árboles, tierras y el molino de papel de estraza». Esto es también esclarecedor, ya que da testimonio de la relación con otro referente del pasado torremolinense, la aceña de Inca y el Batán, ya que durante un tiempo pertenecieron a Zea, que también aparece así escrito.
La finca también alcanzaba la conocida como Ventilla de Zea, donde se procedía a la remuda de las caballerías que, desde Málaga, iban hasta Benalmádena y Mijas. Blanco, de hecho, explica que todavía se conservan los cimientos y parte de la estructura de este negocio a la espalda del complejo de los manantiales. Con el paso del tiempo, el cortijo cambia de manos y, el en padrón de 1868, consta como propiedad de José Navarrete. Posteriormente, en los registros de 1930 y 1935, el dueño es Salvador González Sánchez, casado con Ana Manoja Sánchez. En cuanto al conocido como molino de Cea, situado junto al Batán, fue uno de los últimos en triturar trigo en Torremolinos y, en 1923, su titular era la Sociedad Azucarera Larios. En algunas fotos, como una tomada en 1930, todavía se observa la ventilla, los manantiales y, al fondo, el Cortijo de Cea, rodeado de sus característicos olivares.
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