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Tigres, leopardos, monos y hasta dragones de comodo. Estas son algunas de las especies exóticas que conviven en Bioparc Fuengirola, y la principal razón por la que cada año visitan el parque miles de personas. Sin embargo, el espacio juega un importante papel en la ciudad -en la que viven más de 70.000 personas en tan solo 10 kilómetros cuadrados- al estar formado en un gran porcentaje por vida vegetal. En el parque existen casi 100 especies diferentes, entre árboles y plantas, además de gramíneas y leguminosas, comprendiendo estas zonas vegetales el 85% del territorio de Bioparc.
Según explican desde el centro, esta relación comienza con el ficus centenario situado encima del lago de cocodrilos y continúa con especies como las chorisias que protegen sus troncos con aguijones cónicos. «Por su concepción arquitectónica de zoo-inmersión, los árboles y plantas cobran una importancia fundamental como límites naturales de los hábitats de los animales. Junto al agua y las rocas, la vegetación es un elemento esencial para la experiencia del parque, por ello, Bioparc Fuengirola dispone de un equipo especializado de jardinería solo destinado al cuidado y bienestar de toda la flora del parque», explican desde el parque.
Así, sostienen que Bioparc no solo es un «referente» en cuanto a la exposición de esta riqueza vegetal, sino que consideran que estar situado en el centro urbano de Fuengirola le convierte en el «pulmón» de la ciudad. De esta manera, ha pasado a ser un espacio verde de gran valor no solo ecológico, sino también para la salud de los habitantes de Fuengirola en un momento donde el cambio climático es uno de los problemas más importantes a los que tiene que enfrentarse el ser humano.
Entre estos beneficios destaca por encima del resto la reducción de los gases contaminantes, tan perjudiciales para la salud de los seres vivos, ya que un grupo de árboles desciende la contaminación por partículas entre un 9% y 13%, y la contaminación del suelo es entre un 27% y 42% menor que en un área abierta y sin árboles.
La vida del leopardo
En estas últimas semanas, además, Bioparc está de enhorabuena. La pareja de leopardos de la subespecie de Sri Lanka (Panthera pardus kotiya) han comenzado a aparearse después de la renovación de su hábitat, inaugurado durante la pasada primavera. Tissa y Toñi, como se llaman estos felinos, ya tuvieron descendencia en dos ocasiones en el parque, en mayo de 2007 y en agosto de 2012, aunque esta descendencia ya no se encuentra en Bioparc Fuengirola ya que fueron enviados a otros parques de animales dentro del programa de conservación de la especie después del tiempo estipulado con su madre.
Para la dirección del parque, el inicio del apareamiento de estos felinos es una «señal inequívoca» del bienestar y la perfecta adaptación que tienen esta pareja de leopardos en Bioparc , más aún con la mencionada mejora de su hábitat en el parque. La reforma de esta área ha supuesto la ampliación de la zona disponible para la especie hasta seis veces su tamaño original, además del incremento en volumen del hábitat, incorporándose ramas a diferentes alturas, llegado hasta los 12 metros de altitud; lo que a su vez ha significado una nueva forma de observación para los visitantes al parque.
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