La Junta mantiene la máxima protección de los yacimientos fenicios del río Algarrobo

El Consejo de Gobierno ha acordado mantener la máxima protección de los yacimientos fenicios en la desembocadura del río Algarrobo, entre los municipios deVélez Málaga y Algarrobo en la costa oriental de Málaga. La Junta declaró dichos enclaves arqueológicos Bien de Interés Cultural en julio de 2016, tras varios años de litigio con afectados en la zona y una sentencia en contra por defecto formal. Uno de estos afectados, Azucarera Larios S.A. interpuso un recurso a la administración autonómica contra dicha protección, lo que hoy ha resuelto el Consejo de Gobierno con una negativa por «no estar suficientemente argumentadas las alegaciones», según ha explicado el portavoz del Gobierno, Juan Carlos Blanco.

Los yacimientos de la desembocadura del río Algarrobo se corresponden con los asentamientos de Morro de Mezquitilla y Chorreras, así como con la necrópolis de Trayamar. Estos se consideran referencia internacional para el conocimiento de la colonización fenicia y su desarrollo posterior hasta época romana, según consta en el texto de 2016 en que se declararon BIC. El texto prosigue: «Tras décadas de investigación, promovidas fundamentalmente por el Instituto Arqueológico Alemán de Madrid, se cuenta con un ingente bagaje de información que ha permitido conocer como en pocos sitios la naturaleza y la dinámica de la empresa colonial fenicia en un espacio tan alejado de su ciudad de origen, Tiro»

El ámbito de estos yacimientos ha sido de los primeros de Andalucía donde se han realizado estudios geoarqueológicos que han facilitado el conocimiento de las relaciones de los fenicios con el medio a través del paleo paisaje y la explotación que los colonos y los indígenas llevaron a cabo sobre el mismo, continúa el expediente de la Junta. «Entre las características de estos yacimientos hay que destacar que el asentamiento fenicio de Morro de Mezquitilla es de los más antiguos del periodo cultural de las colonizaciones en la península Ibérica, remontándose su cronología al siglo IX a.n.e.» Chorreras permite conocer «el urbanismo de una colonia oriental del siglo VIII a.n.e. como en pocos casos» dentro del ámbito fenicio del Mediterráneo occidental. A ello contribuye «su estado de conservación y el hecho de tratarse de un yacimiento monofásico». La necrópolis de Trayamar se presenta «como modelo de espacio funerario fenicio por la monumentalidad de sus tumbas investigadas desde antiguo».

Los yacimientos arqueológicos fueron inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Zona Arqueológica mediante el Decreto 291/2010, de 11 de mayo del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía que puso fin al procedimiento de protección cultural iniciado en 1980, si bien este Decreto fue anulado judicialmente en 2015 por razones de índole formal. Luego, en 2016 la Junta volvió a aprobar su máxima protección.