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Las denuncias falsas pueden acabar saliendo muy caras. Y si no que se lo pregunten a una vecina de Sevilla, Rosa. A. G. D., que en agosto de 2012 simuló el robo de su bolso en una tienda de zapatos de Torre del Mar, donde veraneaba. Lo más grave del caso no fue que se inventara la denuncia, sino que no tuvo dudas en acusar a un vecino de Nerja, Juan Antonio Ortega, de ser el autor de la sustracción, por medio del método del tirón, porque minutos antes había estado comprando en ese mismo establecimiento en compañía de su mujer, Carmen Medina.
Más de cinco años después, la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Málaga ha condenado ahora a la falsa denunciante a un año de prisión y al pago de una multa de 2.700 euros, además de tener que indemnizar al matrimonio nerjeño con 5.150 euros «por los daños morales ocasionados». La sentencia, dictada en Málaga el pasado 21 de septiembre y a la que ha tenido acceso este periódico, revoca un fallo anterior del Juzgado de lo Penal número 2 de la capital, que absolvió a la condenada, el pasado 23 de febrero, al considerar que no podía acreditarse «de forma suficiente que la acusada fuera conocedora de que la denuncia que en su día formuló ante la Comisaría de Policía Nacional contra los perjudicados era falsa».
Sin embargo, según el fallo de la Audiencia Provincial, que es firme y contra el que no cabe interponer recurso, «ha quedado acreditado que la acusada realizó todas las gestiones administrativas para cobrar de la compañía aseguradora una indemnización que no le correspondía, no llegando finalmente a cobrarla, porque la misma no remitió la documentación precisa», señala la Audiencia.
Como consecuencia de la denuncia falsa, Ortega Montesinos fue detenido y pasó varias horas en los calabozos de Torre del Mar, acusado de un presunto delito de robo con violencia. Sin embargo, a principios de 2013 fue absuelto de estos hechos. A partir de ahí comenzó su batalla judicial, denunciando a la mujer por acusación, simulación de delito y denuncia falsa. «He pasado un auténtico calvario que no se lo deseo a nadie, esa mujer nos amargó la vida», confiesa Ortega, que estuvo de baja psicológica en su trabajo durante 40 días.
El tribunal destaca que la condenada empezó denunciando un delito de robo con violencia, para luego alegar que no le arrebataron el bolso sino que «le pareció sentir un tirón», en su declaración judicial, y haber manifestado a la dependienta de la zapatería que le habían sustraído el bolso de su hija del carrito del bebé «sin darse cuenta». La dependienta relató en el juicio que la acusada le dijo: «para que me pague el seguro, tenemos que decir que ha sido un tirón».
La sentencia destaca además que la acusada denunció a la Policía cuatro delitos de robo con violencia entre 2001 y 2005. «Indicios que conducen a pensar, necesariamente, que la acusada tenía plena conciencia de que estaba faltando a la verdad al denunciar un robo violento e imputar su comisión a dos ciudadanos inocentes», añade la Audiencia Provincial.
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