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El origen de las llamas tuvo lugar en la cocina, un sitio habitual si se tiene en cuenta la hora del incendio, las 14 horas del mediodía. Lo que ya no resulta tan común es la víctima, que por suerte está recuperándose: el perro de la casa. El incendio en una vivienda en Cómpeta, este mismo miércoles, obligaba a los miembros del Consorcio Provincial de Bomberos a desplazar a varias dotaciones desde Vélez-Málaga.
La Guardia Civil desalojaba la vivienda de la avenida de Torrox, dos plantas y un bajo, sobre las 14.30 horas. «Sin más llamas, sólo mucho humo», según confirmaban fuentes de Bomberos. Sin heridos ni atrapados mientras los bomberos actuaban en la zona, hasta que en que encontraron un pequeño habitante que sí había sufrido las consecuencias del incidente: el perro.
Miembros del Cuerpo procedían entonces a cubrirlo con mantas y a colocarle una mascarilla para proceder a practicarle las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Tras un arduo trabajo, conseguían que el perro volviera a respirar y, posteriormente, era la Guardia Civil quien lo trasladaba a una clínica veterinaria.
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