Teresa Rodríguez: «Ser andaluza es muy bonito de evocar, pero muy difícil de vivir»

¿Qué es para usted ser andaluz?

Algo muy bonito de evocar, pero, muchas veces, muy difícil de vivir.

¿Cuál cree que es y debe ser el papel de Andalucía en el contexto español?

Primero debe existir en ese contexto. Existir para algo más que para encarnar las estadísticas más funestas. Existir para algo más que para la caricatura y la alienación cultural. Existir para algo más que para ser un granero de votos del que olvidarse entre cosecha y cosecha.

¿Cree que Andalucía tiene el suficiente nivel de autogobierno?

Salvo para algunas cuestiones vitales como la política energética creo que formalmente tenemos niveles de autogobierno aún por explotar. Tenemos un autogobierno formal imperfecto, pero no tenemos soberanía. Uno puede tener un coche, pero si no tiene gasolina para hacerlo andar, tener un coche es una mera formalidad. En un contexto de alta dependencia económica, de economía extractiva basada en bajos salario y destrucción de nuestro medio natural, en un contexto de degradación social, necesitamos algo más que pagarles los sueldos (y los lujos) a un mar de cargos públicos que encarnan nuestro «autogobierno». Necesitamos soberanía. Soberanía alimentaria, energética, económica, financiera...Autogobernarnos de hecho y no sólo de derecho.

¿Qué le falta a Andalucía y a los andaluces?

Salario, vivienda asequible, inversión pública y social, igualdad y protección de nuestro medio natural. La Murga de los Currelantes de Carlos Cano.

¿Cuál es la principal virtud de Andalucía y de los andaluces?

Tener una especie de antídoto contra el individualismo. Un comunitarismo endémico, que es nuestra principal fortaleza.

¿Cómo ve el futuro de Andalucía?

Veo un futuro de lucha, como el presente.

Díganos una obra o un personaje de referencia de la cultura y el pensamiento en Andalucía y por qué.

Infante, Lorca, Machado, Picasso, Bécquer, Falla, Camarón, Morente… Hay tantos y nos acordamos de ellos porque pasaron a la historia pero creo que tenemos pendiente un compromiso de recuperación de mujeres andaluzas de referencia, en la mayoría de los casos anónimas en las entrañas de sus luchas colectivas, que cambiaron la historia de esta tierra, que contribuyeron a mejorar nuestras vidas: las cigarreras, precursoras del sindicalismo industrial femenino, las «Cabras Montesas» de Gilena peleando para que el empleo comunitario en el medio rural fuera también para las mujeres, las jornaleras, que ocuparon y pusieron a producir tierras baldías o las faeneras de Málaga que lucharon contra el hambre de sus hijos por la especulación y la carestía de la vida. Mujeres asesinadas de la mano feroz del franquismo como las nueve aceituneras de San Juan, las cinco rosas de Fuentes de Andalucía o las diecisiete rosas de Guillena, y otras que decidieron enfrentar las humillaciones y asesinatos del franquismo combatiendo como Manuela, la Parrillera, maquis de Córdoba, María Silva Cruz, libertaria de Casas Viejas o Anita Carrillo, miliciana de Cortes de la Frontera. Mujeres gitanas encarceladas por la Gran Redada de 1749 con la finalidad de exterminar su estirpe y que son la encarnación de eso tan moderno ahora que llamamos «resiliencia». Mujeres que cambiaron la historia de Andalucía por su existir y por su luchar, pero también por su pensar como las Socialistas Utópicas de Cádiz. Y luego las que dejaron sus nombres escritos en lugares visibles como María Zambrano o Victoria Kent, pero que muchas veces se olvida que fueron andaluzas. Mujeres que rompieron estereotipos en su tiempo como Mariana Pineda o Carmen de Burgos. Mujeres que fueron mucho más que artistas como la Paquera de Jerez o Pepa Flores. Mujeres andaluzas, que desde el nuevo feminismo andaluz vamos a recuperar para la historia de esta tierra.

Díganos un referente o emblema cultural, musical, grastronómico, monumental o natural de Andalucía...

A mí me encanta la modernidad andaluza. Me gustan los Califato 3X4, me gusta la voz de María José Llergo, el flow de la Mala Rodríguez, el trap del Maka, los Fuel Fandango, Los Pony Bravo, Los Reincidentes, Vinila Von Bismarck, Amparo Sánchez, Rosario La Tremendita y el baile de Rocío Molina. Me gustan la Revista La Poderío y los Memes Andaluces. Me río mucho con Txarini Urbano y admiro a Las niñas de Cádiz. Me gusta el Rock Andalú y Martirio, que, aunque sean de hace tiempo, son modernos todavía hoy.

Un lugar en Andalucía que recomendaría a un amigo.

Los dólmenes de Antequera, es un lugar mágico.