Los incendios y la suciedad en las calles, lo que más preocupa a los andaluces de su entorno ambiental
El Ecobarómetro detecta una mayor inquietud por el deterioro de mares, ríos, humedales y aguas y el agotamiento de materiales básicos
Los incendios forestales y la suciedad en las calles son los aspectos medioambientales que más preocupan a los andaluces de su entorno regional y local, ... respectivamente. A escala global destaca el cambio climático, según la información proporcionada por el Ecobarómetro de Andalucía (EBA) de 2018 hecho público esta semana. Este análisis de la Junta de Andalucía, elaborado con 5.001 encuestas presenciales, se realiza desde 2001 en Andalucía, si bien sin regla temporal de modo que el último data de 2013. Respecto a este se detecta una mayor concienciación medioambiental en los andaluces, pasando a una puntuación media de 7,7 sobre diez. En 2001 era de un 5,82. El 82,3% de los andaluces encuestados declara una honda preocupación por el medio ambiente, el mayor porcentaje hasta ahora.
Pese a esta casi unanimidad (hay un 2,9% que dice no preocuparle nada), el medio ambiente no figura como uno de los problemas que más quitan el sueño a los andaluces del sondeo. Solo para un 8,9% es el principal; por encima se sitúan además del paro, los políticos, la economía, la sanidad y la educación, también la inmigración, los problemas sociales y la vivienda. Por debajo del medio ambiente colocan a la seguridad ciudadana.
De hecho, más de la mitad de la población encuestada (56,8%) considera que la ejecución de actuaciones para la protección ambiental solo debe enfocarse una vez se hayan resuelto los problemas económicos. Aun así, un tercio defiende la protección de la naturaleza «como algo primordial e ineludible».
Los autores del Ecobarómetro echan mano de la teoría de la hipermetropía ambiental –fenómeno que consiste en que los problemas ambientales son percibidos como más graves cuando se producen en territorios alejados o a escalas espaciales muy amplias–, para explicar el por qué la valoración de los encuestados sobre el medio ambiente global es más negativa que la que hacen del regional, y este ligeramente más negativa que la local.
Suspenso a todas las administraciones
El Ecobarómetro sondea la confianza que inspiran en los andaluces las actuaciones de carácter ambiental de las instituciones públicas. Todas, las de nivel local, regional, estatal e incluso europeas, suspenden, aunque dentro de los bajos niveles, los encuestados confían más en la Junta de Andalucía y la Unión Europea. Solo el sistema educativo, la comunidad científica y las organizaciones ecologistas superan el aprobado, percepción parecida a la de 2013. Los partidos siguen situándose en el de menor confianza, por debajo incluso de los empresarios y de los medios de comunicación. Ninguno supera el 2 de puntuación de un máximo de 5.
El principal asunto global que preocupa es el cambio climático del planeta (54,2%), aunque hay un aumento significativo desde 2013 de la inquietud por el deterioro de los mares y océanos (32,3 % en 2018 frente a un 13,7% cinco años antes).
El informe colgado en la web de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible hace hincapié en que el interés por el cambio climático es mayor en los perfiles socio demográficos con más estudios que los que no los tienen, que se interesan más por el agotamiento de materiales básicos y la contaminación.
Cambio climático
El lugar de residencia de los encuestados también incide en las percepciones:Donde los entrevistados mencionan con más frecuencia el cambio climático es en campiñas y vegas (60,1%) y donde menos, en Sierra Morena (40,7%). Mientras que el deterioro de mares y océanos inquieta en los Sistemas Béticos y en el litoral Mediterráneo. Como curiosidad se destaca que Málaga es el único caso de una provincia donde el agotamiento de materiales básicos y el deterioro de mares y océanos preocupa más que el cambio climático.
Ámbito regional
Desde el inicio de la serie histórica del Ecobarómetro los incendios forestales es el principal problema ambiental de Andalucía (51,6%). En sintonía con el ámbito planetario, en el sondeo de 2018 sube la desazón por el deterioro de playas y mares, ríos, humedales y aguas subterráneas, que pasan a segundo y tercer problema ambiental, seguidos de la contaminación.
También la escasez de agua preocupa a un mayor porcentaje de andaluces en la actualidad, pero curiosamente la pérdida de paisajes y parajes naturales solo es anotada como problema ambiental regional por poco más del 10%.
En contexto
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Prácticas medioambientales El 94% de los andaluces encuestados manifiestan practicar de manera habitual acciones para reducir el consumo de energía (94%) y agua (85%) en sus hogares. Son prácticas cotidianas que además de ser positivas para el medio ambiente, suponen un ahorro económico. Además, ocho de cada diez desarrollan de manera frecuente prácticas de movilidad sostenible: a pie, en bicicleta, o en transporte público
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Más reciclado Los datos del Ecobarómetro reflejan un incremento en todas las prácticas de reciclaje en estos últimos cinco años. De manera que ocho de cada diez encuestados declaran que siempre o con bastante frecuencia separan y depositan en los contenedores adecuados los envases de plástico, el vidrio y el papel; y siete de cada diez declaran reciclar también pilas, ropa y calzado.
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Protestas ecológicas Una cuarta parte de los andaluces encuestados declaran haber participado en acciones de presión social enfocadas a la preservación del medio ambiente, como una manifestación o firmar contra un proyecto que pueda dañar el medio ambiente.
Como ejemplo de la hipermetropía ambiental antes mencionada, el 43,7% de los encuestados responde que su localidad goza de una situación ambiental «buena o muy buena», aunque hay un 32,9% que la ven regular y otro 22,3% que la califica de «mala o muy mala». Las visiones más positivas se detectan en la provincia de Córdoba y en las comarcas de Sierra Morena.
El entorno local
Respecto al ámbito local, los andaluces se muestran contrariados por la suciedad en las calles y la gestión de los residuos sólidos urbanos, seguidos de la calidad del aire y del agua del grifo. La queja sobre la basura en las calles es constante en los ecobarómetros, pero ha experimentado un ascenso respecto a 2013. Por contra, decrece la inquietud por la falta de zonas verdes, por el ruido o por el deterioro del paisaje urbano. Estos últimos aspectos son señalados mayormente por personas con estudios de nivel medio y alto.
No todas las provincias consideran la suciedad en las calles el principal problema; en Almería es superado por la calidad del agua del grifo y en Huelva, por la contaminación del aire.
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