La Casa Ronald McDonald de Málaga, el hogar de 1.000 sonrisas en casi una década de funcionamiento

Claudia San Martín

Málaga.

Martes, 2 de febrero 2021, 13:26 | Actualizado 13:46h.

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Adriana López recuerda con melancolía las últimas semanas en la Casa de la Fundación Ronald McDonald en 2020. Había empezado como voluntaria poco tiempo antes y en sus palabras sólo se intuía agradecimiento y felicidad al reconocer cuánto le ayudaba estar con los pequeños tan sólo un día a la semana. El año pasado, SUR destacaba la labor de esos 40 voluntarios como Adriana o Enrique Bombarelli en los ocho años que cumplía ese espacio al que muchos llaman hogar.

Este 2021, aunque con dificultades y muchos cambios para adaptarse a las circunstancias, la Casa Ronald McDonald de Málaga sopla las nueve velas por su cumpleaños en las inmediaciones del Hospital Materno Infantil. Vicente Moros, gerente de este espacio lleno de magia, cuenta que durante este tiempo han pasado más de 1.000 niños y niñas por sus instalaciones, también con sus familias, donde se pueden hospedar hasta 14 y hacer vida normal a pesar de su frágil situación.

La Casa y sus componentes resultan un pilar para aquellas personas que tienen que abandonar su lugar de origen motivados por la enfermedad de su pequeño, cambiando su vida por completo y aumentando su desconsuelo al no encontrar amparo en Málaga. Por este motivo ahí están ellos, ofreciendo un hogar donde seguir creciendo, un sitio de referencia mientras pasa el bache y donde encuentran apoyo y una familia.

Durante los aniversarios anteriores, en la Casa se hacían grandes fiestas y meriendas, tardes de gymkanas y juegos divertidos en los que participaban los voluntarios, las familias y los pequeños, por supuesto, pero hasta que la realidad no mejore esas imágenes de alegría y jolgorio no volverán: «Echo mucho de menos entrar por la puerta, oír las risas de los pequeños y que te pidan que juegues con ellos o les ayudes a hacer un puzzle», cuenta Adriana López, con la esperanza de volver pronto a jugar con los pequeños de la Casa. Enrique Bombarelli, sin embargo, admite que «sin ir a la casa no estoy completo»: «Echo de menos a los niños, las familias, el compañerismo que tenemos los voluntarios... Llamarla 'Casa' es un acierto porque cuando estás allí realmente sientes que formas parte de una gran familia», reconoce este joven informático.

Este 2 de febrero cumplen nueve años, aunque para seguir haciéndolo piden la colaboración de la ciudadanía a través de su lista de deseos, para adquirir materiales necesarios para la casa, regalos solidarios para cumpleaños o enlaces matrimoniales, una contribución económica haciéndose socio o simplemente dando a conocer su labor en redes sociales. Hoy lo celebran con un vídeo de recuerdos y un tema alegre, aunque esperan que en 2022 su décimo aniversario sea con una de esas fiestas como las de antes.