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Andrés Olivares hace una llamada a la solidaridad. GERMÁN POZO
Andrés Olivares: «En torno al cáncer infantil hay mucha necesidad»

Andrés Olivares: «En torno al cáncer infantil hay mucha necesidad»

«Me gustaría que Málaga tuviera algún día un centro específico de oncología pediátrica», dice el presidente de la Fundación Olivares, que va a celebrar su décimo aniversario

Ángel Escalera

Málaga

Jueves, 12 de diciembre 2019, 01:00

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Andrés Olivares echó en falta que lo abrazaran en el tiempo que permaneció con su hijo Luis cuando estuvo ingresado en el Materno, hospital en el que lo trataron de la leucemia que padecía. Tras el fallecimiento de su hijo (en enero hará 13 años), Andrés Olivares se propuso ayudar a los menores con un padecimiento oncológico y a sus familiares. Para ello, creó la fundación que lleva su nombre y empezó a animar a la gente a abrazarse como símbolo de afecto. Con motivo del décimo aniversario de la fundación, Andrés Olivares tiene previsto llevar a cabo una serie de actos, entre los que sobresale hacer en 2020 la cadena humana de corazones más grande del mundo.

–¿Cuándo empezará la campaña del décimo aniversario?

–Comenzaremos los actos coincidiendo con el partido de fútbol solidario del Málaga C. F. en La Rosaleda, el 21 de diciembre, en el que el club regalará 5.000 entradas a distintas asociaciones. A cada asociación le entregaremos corazones.

–¿Está decidido qué día se hará en Málaga esa gran cadena humana de corazones?

–No, todo dependerá del número de corazones que tengamos y de la disponibilidad del Ayuntamiento para cedernos un espacio u otro de la ciudad. Se llevará a lo largo del año del décimo aniversario.

¿Cuándo empezará el décimo aniversario de la Fundación Olivares?

–El 10 de mayo de 2020 y se prolongará hasta la misma fecha de 2021.

–¿Qué es lo que buscan con ese gran acto de la cadena humana de corazones?

–Se trata de concienciar sobre el cáncer infantil. A la gente le da mucho miedo ver a un niño morir. Lo que tratamos es de que se comprenda que es una realidad que está pasando y que le puede tocar a cualquiera. No pedimos que la gente se haga voluntaria y entre en una habitación con un niño con cáncer, pero sí que sepa que hay familias con menores oncológicos que no tienen ni para comer. No es solo la enfermedad, sino todo lo que esta conlleva.

–¿Y cómo se quiere hacer esa gran cadena humana?

–Yo me imagino en ella a Málaga entera, desde La Cala, la Carretera de Cádiz o el aeropuerto, todos cogidos de la mano, hasta llegar a la cuarta planta del Hospital Materno, la de oncología infantil. Una iniciativa de este tipo creo que no se ha hecho antes, yo no lo he visto. De hecho, lo hemos buscado al objeto de no copiar a nadie.

–¿Está creciendo la curación de los tumores y de las leucemias infantiles? ¿Cuantos casos se diagnostican anualmente?

–En el Materno Infantil se diagnostican en torno a 60, cifra que en toda España llega a los 1.900 casos al año. La curación se sitúa en un 80-90 por ciento, pero también es cierto que hay niños que después de la curación fallecen por efectos colaterales de los tratamientos. Ese fue el caso de mi hijo, que en enero hará 13 años que murió.

–¿Qué otra actividades tienen previstas a lo largo del año del décimo aniversario?

–Sobre todo ir a los colegios y hablarles a los 265.000 escolares que hay en la provincia y a los 35.000 universitarios. La educación es fundamental en la sociedad en que vivimos. Si no hacemos de nuestros jóvenes gente solidaria, gente con corazón y con ganas de ayudar al que lo necesite, el mundo irá regular.

–¿Por qué se ha elegido a Verónica, una niña de ocho años, como imagen principal de la campaña?

–Vero está con nosotros muy a menudo; hemos tenido mucha relación con ella desde que se puso malita. Es una niña con mucho desparpajo, vitalidad, alegría y una gran sonrisa.

–¿Qué es lo que más destaca de estos casi 10 años de su fundación?

–Yo no pensaba que había tanta necesidad: de alimentación, vivienda... Nosotros hemos pagado la luz de la casa de una familia, le hemos comprado un coche a otra, hemos costeado el traslado de pacientes a tratamientos experimentales. En torno al cáncer infantil hay mucha necesidad. Nos hemos dado cuenta de que hemos crecido mucho en ese aspecto. Además, desde hace unos años, también acompañamos a niños con enfermedades crónicas complejas. Hay mucha gente necesitada.

–¿Se ha marcado algún reto para seguir creciendo en esa labor solidaria que desarrolla?

–Me encantaría tener algún día en Málaga un centro de oncología pediátrica. No es que la planta de oncología infantil del Materno funcione mal, donde la parte clínica es de 10, pero una persona no es un pulmón, un riñón, un hígado o un páncreas. Hay mucho más allá: el trato a la persona. En la parte de la humanización a la sanidad le falta un poco de mejora. La idea de ese centro la tengo en mi cabeza y fluye en mi corazón. Me gustaría que fuese un centro en el que los niños, además de recibir la quimioterapia, vivieran mejor su enfermedad.

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