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Ye Jian Mei ha inaugurado en Málaga la primera autoescuela china en Andalucía. / A. Salas
Una mujer abre en Málaga la primera autoescuela china de Andalucía
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Una mujer abre en Málaga la primera autoescuela china de Andalucía

Conductores orientales vienen desde otras provincias a sacarse de nuevo el carné porque el suyo no es válido para circular en España

M.Ángeles González

Jueves, 14 de febrero 2013, 08:11

Cuando llegó a España, hace más de 20 años, no imaginaba que acabaría trabajando entre señales de tráfico. Después de probar suerte en Barcelona con un taller de confección y una empresa de construcción que se fue a pique por la crisis, Ye Jian Mei decidió aceptar la propuesta de un familiar y abrir en la capital malagueña un negocio que le está dando muy buen resultado. Esta empresaria oriental se ha convertido en la fundadora de la primera autoescuela china de Andalucía, ubicada en el polígono Guadalhorce, y a la que vienen ciudadanos orientales de otras provincias para sacarse el carné por primera o segunda vez, ya que el permiso obtenido en China no es válido para circular en España.

En contra de la tendencia generalizada en el sector, que ve cómo la situación económica le pasa factura con una reducción media del 60% en el número de alumnos, según cálculos de la patronal malagueña, esta emprendedora de 47 años asegura que su negocio, con apenas un año y medio de vida, ha crecido un 30% en los últimos doce meses. «El primer día que abrimos vinieron once personas y cada mes se apuntan unas quince», explica Ye Jian Mei, que argumenta que el éxito se debe al idioma porque, aunque cada vez son más las autoescuelas autóctonas que facilitan material en chino, ella además resuelve cualquier duda que tengan sus alumnos en su lengua durante las clases teóricas.

Esto, unido a la gran cantidad de ciudadanos asiáticos que residen en Málaga y en otras provincias andaluzas y al hecho de que todos tienen que examinarse para poder conducir en España porque el carné chino no es válido aquí, ha hecho que pasen por su clase más de doscientos alumnos de los cuales «casi todos han aprobado». Sus precios, que asegura que son más bajos que en otros centros, y el hecho de que no se paga por clase práctica, sino que existe una 'tarifa plana' hasta que el alumno se saca el permiso de conducir, son las otras claves de su éxito.

Aunque el hecho de que la directora sea nativa es el punto fuerte de esta autoescuela, el profesor que da las clases prácticas es granadino. Eduardo Jerez, de 43 años, vio el anuncio de la vacante el pasado mes de diciembre y no lo dudó a pesar de que no habla chino más allá de algunas palabras que está aprendiendo sobre la marcha. Eso sí, en el vehículo en el que va de copiloto ocho o nueve horas diarias no falta un diccionario de chino-español. Y para las frases más complejas utiliza un traductor 'on line'. En cualquier caso, asegura que se apaña bastante bien. «Si no hablan bien español, al menos sí conocen las palabras básicas para circular», cuenta. «Encontrar un profesor chino es muy complicado», explica la directora del centro, que tiene previsto abrir otra academia similar en Sevilla.

Diferencias ante el volante

Sobre las diferencias entre españoles y orientales a la hora de sentarse frente al volante, tanto la propietaria como el profesor afirman que, aunque no muchas, sí que las hay. «Los chinos están más atentos y saben reaccionar más rápido», señala Ye Jian Mei, que apunta que no hablan tanto con el móvil ni se distraen de otra forma como ocurre aquí. Eduardo Jerez, por su parte, destaca su amabilidad: «Te dan las gracias de mil maneras», dice.

En el piso de arriba del local que ocupa Autoescuela China en el polígono Guadalhorce casi todo el material está traducido. Aunque las puertas están abiertas para cualquier alumno de cualquier nacionalidad, Ye Jian Mei se ha preocupado de elaborar dossieres en chino-español con las preguntas de los test, y aunque trabajan con programas informáticos, siempre está dispuesta a resolver cualquier duda al respecto.

Uno de sus alumnos, Chen Sheng, de 26 años, se ha mudado a Málaga desde Granada temporalmente para sacarse el carné de conducir en esta academia. Tiene un negocio en la ciudad de la Alhambra para el que necesita el permiso de circulación y, aunque ya se lo sacó en su país, ahora tiene que volver a examinarse. Apenas lleva dos años en Andalucía, por lo que no domina bien el español. Por eso para él es fundamental que haya un compatriota a quien preguntarle las dudas que surjan durante la preparación de la prueba teórica. «Me parece injusto tener que volver a examinarme porque pierdo tiempo, tengo que abandonar mi negocio y supone un gasto importante para mí», critica.

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