Vic
ROSA REGÁS
Domingo, 17 de enero 2010, 02:55
Es curioso comprobar cómo elementos de extrema derecha son capaces de cambiar de chaqueta o de vestir a la vez la de la exclusión y la de la independencia. Me refiero por supuesto a Josep Anglada, elemento de Fuerza Nueva que vivió apasionadamente la profunda nostalgia del franquismo a las órdenes de Blas Piñar, cuando no a las de, en sus propias palabras, su comandante en jefe, Cristo.
Pero los tiempos cambian y los extremos siempre se tocan. Hoy nuestro señor Anglada ha olvidado los símbolos y el discurso de un tipo de fascismo y se ha inclinado por otro más moderno y que le proporciona más votos, porque como sus maestros Fini, en el norte de Italia, o Jean Marie Le Pen, en Francia, sabe crear el miedo transmitiendo informaciones sesgadas, incompletas y manipuladas, a través de su recién creada Plataforma per Catalunya, que tiene como objetivo hablar siempre de identidad y de paso insultar a los inmigrantes y luchar para dejarlos sin sus derechos fundamentales. Y le votan una buena parte de los ciudadanos de Vic, de hecho su Plataforma es la segunda fuerza más votada. Claro que Vic es una ciudad burguesa que acoge en su seno las 'casas madre' de todas las órdenes religiosas que en el mundo han sido, y con un paisaje urbano que ya en los años treinta del siglo pasado inspiró a Miquel Llor la excelente novela 'Laura o la ciutat dels Sants', ejemplo antiguo y contundente de lo que es la exclusión, la creación de un ambiente hostil y el sentimiento de superioridad frente a los forasteros ideológicos o geográficos.
Y es en Vic donde se ha conseguido el tanto por ciento más elevado en favor de la independencia de Catalunya, tal vez gracias a la Plataforma que ha logrado convencer a muchos inmigrantes para que fueran a votar, con o sin papeles. Y es que ahora Anglada es independentista.
Sabemos que esos alardes de cinismo siempre acompañan a posiciones fundamentalistas y que cambiar de ideología es una de las características de los partidos y los ciudadanos ultramontanos.
Sin embargo, también ha sido la actitud de los tres partidos que en el Ayuntamiento de Vic apoyan la tesis de Anglada, dos de los cuales dicen ser de izquierda (Esquerra Republicana, Partit dels Socialistes) y Convergència i Unió, que también habla mucho de identidad, con el pretexto de que la medida que pretenden imponer es legal y justificando su defensa en que no hay otra forma de ganar votos que de otro modo se irían a la Plataforma.
Creíamos que un político no debe apearse de su ideología bajo ningún pretexto. Porque si repugnante es hablar de que la ciudad está «infestada de inmigrantes», Anglada dixit, e intentar quitarles los derechos fundamentales, peor es escudarse en la legalidad para hacer lo mismo que el fascista.
Dijo Josep Ramoneda: «Me da igual que sea legal o ilegal, es repugnante».
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