Peligro de derrumbe

Asustados. Así pasan los vecinos de la zona oeste de Mijas Pueblo por la salida del municipio. Las intensas lluvias de la última semana han provocado el desprendimiento de rocas de gran volumen que han caído sobre la carretera provocando roturas en tuberías de la red del agua. La situación, desgraciadamente, les es conocida, ya que hace más de un año y por circunstancias similares, una roca aplastó un coche aparcado en la carretera y obligó a evacuar una urbanización de forma preventiva ante posibles derrumbes. Por ello, y dado que las previsiones meteorológicas no son muy esperanzadoras, residentes y miembros del Partido Popular, en la oposición, denuncian que el Ayuntamiento no actúe ante lo que consideran «un auténtico peligro».

La solución es más complicada de lo que parece. Se trata del lateral del monte que está dividido en partes. En la más alta se sitúa una finca privada a la que pertenecen los cascotes y piedras que se desprenden con el agua. Debajo está el vial que da acceso al Barrio Santana en Mijas Pueblo, y en un nivel inferior hay construida una urbanización. Al ser un solar privado, del que se desconocen sus propietarios por un problema con la herencia, la corporación municipal asegura no poder instar para que acondicione el terreno.

Actuaciones

Hasta el momento, el Ayuntamiento ha realizado un estudio geotécnico sobre la peligrosidad del desprendimiento de una inmensa roca que se movió el pasado 2008 y ha colocado vallas para evitar el estacionamiento de vehículos junto a la finca. Para los vecinos, encabezados por los propietarios de la urbanización El Mirador, se trata de una actuación «insuficiente», por lo que reclaman la aplicación de la ordenanza de Vía Pública «que da potestad a la administración local a actuar cuando una situación pudiera derivar en un peligro inminente para la salud humana como aquí ocurre».