'La Manquita'
ÁNGEL ESCALERA
Martes, 15 de diciembre 2009, 03:45
Si los fondos previstos para terminar la segunda torre de la Catedral de Málaga no se hubiesen enviado a sufragar la guerra de la ... independencia norteamericana, el templo no estaría manco. O eso se dice, porque nadie ha comprobado adónde fue a parar el dinero realmente. Eso forma parte ya de la leyenda. No es plan de pedirle a Obama que nos devuelva los caudales que supuestamente llegaron a su país cuando aún era una colonia británica. Bastante tiene el hombre con lo suyo como para preocuparse por lo nuestro. El obispo de Málaga, Jesús Catalá, que acaba de cumplir un año al frente de la diócesis, ha reavivado un fuego que resurge cada cierto tiempo sin que nunca se apague del todo. El ordinario del lugar (que así se les llama a los obispos diocesanos) ha lanzado un órdago extraordinario: terminar la Catedral. Catalá, que es de Valencia, está trabajando en la elaboración de un plan director de actuación integral, cuya finalidad es buscar el camino que permita concluir el edificio religioso.
El prelado ha pedido a los fieles que dejen de llamar 'Manquita' a la Catedral. El argumento que aporta es que no está manca, sino inacabada. El obispo puede decir misa (que para eso es una de sus obligaciones) que los malagueños dirán lo que les parezca. Faltaría más. Lo de 'La Manquita' es una expresión cariñosa que se ha venido repitiendo de generación en generación. No hay por qué ofenderse, ni molestarse, ni clamar al cielo porque en la tierra se utilice ese término. Seguro que monseñor Catalá, que si ha llegado al cargo que ocupa es porque ha demostrado su capacidad intelectual, además de su inasequible vocación, no pretende cambiar una tradición muy malagueña, la de llamar manca a la Catedral. Otra cuestión es que redoble su empeño para buscar el dinero que permita que deje de estarlo. No lo va a tener nada fácil, entre otras cosas porque a ver quién va a poner, euro sobre euro, el capital necesario para levantar la segunda torre. No obstante, como la fe dicen que mueve montañas, habrá que darle a Catalá el beneficio de la duda. Mientras tanto, la única certeza es que, salvo la aparición milagrosa de un mecenas, la Catedral seguirá siendo 'La Manquita'.
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