ANTONIO M. ROMERO
Domingo, 1 de febrero 2009, 02:56
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EN la política tan importante como el fondo de las cosas son las formas. Varios episodios a lo largo de esta semana han dejado mucho que desear en este aspecto. Lo más burdo, quizás, haya sido el borrado por parte del Ayuntamiento del logotipo de la Diputación Provincial del delantal de una de las participantes en la berza carnavalesca celebrada en la capital el pasado domingo.
Este asunto no ha gustado nada al alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, quien ha llamado a capítulo a su equipo de comunicación, aunque todo parece que la cosa va a quedar en eso. En este tipo de casos, De la Torre sabe bien de lo que habla y de lo que se puede llegar a sentir porque él mismo fue hecho 'desaparecer' hace un par de años de una fotografía en la que aparecía junto a varios cargos institucionales socialistas de la Junta de Andalucía.
Desde la Diputación no sólo están disgustados con el tema de la foto, sino con la actitud de algunos miembros del Consistorio en la citada berza. Según su versión, la peña Cortijo de Torres (organizadora del acto) les pidió unas sudaderas y delantales serigrafiados con el nombre del evento y el logotipo de la institución supramunicipal. El día de la celebración «la concejala de Servicios Operativos del Ayuntamiento, Teresa Porras, se puso en contacto con el presidente de la peña para que se quitasen las sudaderas por llevar el logotipo de la Diputación».
Tampoco estuvo a la altura de las circunstancias el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de la capital, Rafael Fuentes, durante el pleno de esta semana y en algunas comparecencias previas. Su tono, a veces demasiado irritante, no es el más adecuado y en ocasiones, cuando se dirige a Francisco de la Torre no lo hace con toda la consideración que se merece el alcalde de todos los malagueños por voluntad popular. Este hecho provoca malestar en los concejales populares e, incluso, en algunos de su partido. Fuentes es bastante neófito en esto de la cosa pública y debe ir aprendiendo algunas de las reglas básicas que hay que respetar en el cuadrilátero político.
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Quien es veterano en estas lides es el líder del Grupo Independiente Pro Municipio de Torre del Mar (GIPMTM), Manuel
Rincón, quien aprovechó la visita de Manuel Chaves a Vélez-Málaga para, al final de una rueda de prensa, colocarle en la solapa el escudo de Torre del Mar (un núcleo poblacional que lleva años pidiendo su independencia de Vélez-Málaga). El gesto no gustó al presidente de la Junta que sabe de las sensibilidades de este asunto: se sintió incómodo, le volvió la cara mientras le imponía la enseña y a la salida le recriminó a su equipo de asesores que se hubiera producido este hecho. Rincón, además, le entregó una carta al jefe del Ejecutivo andaluz en la que le recuerda la lucha histórica de Torre del Mar por ser independiente y «como alcalde moral» de la población le pide «al amigo Chaves» una reunión para reactivar el expediente de segregación.
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