Enrique Moya: «Hacen falta más veterinarios públicos para dar un mejor servicio»

Gran aficionado a los toros, Enrique Moya ha sido reelegido como presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga. Continuará al frente de este colectivo otros seis años. Moya considera que es necesario incrementar el número de veterinarios que trabajan en la provincia de Málaga para la Junta de Andalucía.

¿Cuáles son los principales objetivos que se ha marcado para este nuevo mandato?

Queremos mantener y mejorar la formación continuada de los colegiados, potenciar la comisión deontológica para que se guarde la ética en el ejercicio profesional, la puesta en marcha de un gabinete de prensa propio y la creación de delegados comarcales para que haya representantes que ejerzan de interlocutores de esa zona ante la junta directiva del colegio.

¿Cuántos veterinarios hay colegiados en Málaga?

Somos 715, con una cada vez mayor presencia de mujeres, aproximadamente el 50% del total. De los siete componentes de la nueva junta directiva, tres son mujeres. Es la primera vez que hay tantas colegiadas en la directiva, normalmente había una.

¿Cuáles son los problemas a los que se enfrentan los veterinarios en el ejercicio de su profesión?

En nuestra profesión hay muchas especialidades. Por ejemplo, en el caso del veterinario libre, que trabaja en clínicas -supone la mitad de los 715 colegiados-, su mayor problema es la gran competencia existente. Hay numerosos establecimientos y les cuesta más subsistir en un negocio donde hay muchos profesionales. Eso exige un mayor grado de especialización, por eso los veterinarios deben formarse muy bien. Los profesionales que trabajan para la Junta de Andalucía tienen el reto de velar por la seguridad alimentaria y la salud pública. Para ello, la Administración debe darles suficientes medios materiales. Además, creo que el número de veterinarios públicos es insuficiente.

O sea, que hacen falta más veterinarios que trabajen para la Junta de Andalucía, ¿no?

Sí, los actuales son insuficientes. Unos trabajan para la Consejería de Agricultura y otros para la de Salud. Hacen falta más, sobre todo en el SAS, para ofrecer un servicio de mayor calidad y control. Entre Salud y Agricultura, en Málaga hay unos 160 inspectores. Creo que debería llegarse a los 200.

¿La labor que realizan esos inspectores da sus frutos?

Por supuesto. Están haciendo una labor por encima de sus posibilidades. Es un trabajo muy importante porque vela por la salud pública y la alimentaria.

¿Cómo es la situación de los veterinarios en ejercicio libre?

Bueno, varía según los casos. Lo que hay es mucha competencia, de ahí que exista un alto grado de especialización. Los clientes que acuden con sus mascotas a una clínica veterinaria exigen una atención de calidad. Por eso, los veterinarios deben tener una infraestructura adecuada, realizar una fuerte inversión en las clínicas, estar muy preparados y sacrificarse mucho. Las horas de trabajo a veces no se ven compensadas con el dinero que se gana.

¿Hay intrusismo en la profesión de veterinario?

Bueno, eso es algo que ha existido, existe y existirá, pero que tratamos de evitar. Siempre que tenemos constancia de una irregularidad, la denunciamos. No es un intrusismo flagrante, pero se dan casos. Lo perseguimos mucho y no lo dejamos pasar.