La lluvia acortó el recorrido del traslado de la Virgen de las Penas en Pizarra

El agua y las nubes que irrumpieron en Pizarra a media tarde obligaron a acortar el recorrido de Nuestra Señora de las Penas, aunque no sirvieron para deslucir ni un ápice la hermosura de este clásico traslado que los vecinos del pueblo siguen con una mezcla de agitación, fervor y profundo respeto. El mal tiempo no podía ser obstáculo para llevar a la Virgen desde el Convento de las Hermanas de la Cruz hasta la iglesia de San Pedro, desde donde se espera que salga en procesión en la medianoche de mañana Viernes Santo acompañando al Cristo Yacente.

Por eso, la bella figura que fuera tallada por manos anónimas en el siglo XVIII enfiló un Miércoles Santo más la calle Convento para iniciar un recorrido más corto de lo habitual, eliminando su paso por las calles aledañas para dirigirse rápidamente hacia la parroquia. Para protegerla de posibles daños, los fieles la taparon con una lona de plástico sobre la que resbalaban las gotas de agua y los pétalos de flores que se lanzaron desde los balcones. Detrás, la banda municipal de La Lira acompañó a la Virgen durante todo el trayecto, llenando de música la desapacible tarde.

Ayer, los pizarreños rezaban para que la lluvia dejase hoy paso al sol y permitiera la salida en procesión de Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores.