Operación magistral

LA de ayer fue una jornada histórica para el equipo de especialistas en cirugía maxilofacial del complejo hospitalario Carlos Haya. Los quirófanos del Civil acogieron por unas horas la lección magistral del médico mexicano Fernando Ortiz-Monasterio, una autoridad mundial en el campo de la cirugía plástica famoso, entre otros hitos, por ser el primer especialista en aplicar la técnica de distracción osteogénica a la zona de la mandíbula.

¿El motivo de su visita? La asignatura pendiente que este experto tenía con un joven malagueño de 14 años. A los dos años de nacer, sus padres le trasladaron a México para que pasara por sus prestigiosas manos. El pequeño había nacido con una malformación. Le faltaba la oreja izquierda, la nariz y tenía los huesos del lado izquierdo de la cara muy pequeños. En aquel viaje, el doctor Ortiz-Monasterio le puso la nariz, la oreja y le aumentó el maxilar. Sin embargo, con el paso del tiempo, el crecimiento desigual de los dos lados de la cara ha hecho que, 12 años después, el paciente necesite que le agranden el lado izquierdo de la nariz y le retoquen tanto la oreja como el esqueleto de la mitad izquierda del rostro.

Gracias a la estrecha colaboración entre el Hospital Gea González de México y el Carlos Haya, esta vez tanto el menor como su familia se han evitado el tener que volver a cruzar el charco. Para ahorrarles el trayecto, Ortiz-Monasterio ha querido desplazarse hasta Málaga para hacerle el seguimiento a su paciente, «porque a nadie le gusta empezar un dibujo y que lo termine otro», dijo.

Cinco horas

La intervención, que se prolongó durante unas cinco horas y fue un éxito, comenzó a las 10 de la mañana y contó con la participación de una veintena de profesionales que siguieron al milímetro cada movimiento del ilustre invitado. Tanto dentro como fuera del quirófano. Y es que la operación de este especialista levantó tanta expectación que fue retransmitida por circuito interno desde el salón de actos del centro, donde la siguieron al detalle más de 25 cirujanos procedentes de toda Andalucía.

La distracción osteogénica es un método para prolongar o reconstruir el hueso que se basa en el mecanismo curativo natural del cuerpo humano, ya que posibilita el crecimiento simultáneo de musculatura y tejidos blandos. Desembarcó en Carlos Haya hace ocho años y, según detalló el jefe del servicio de cirugía maxilofacial, Antonio Valiente, ya se ha aplicado en una treintena de enfermos. Emocionado por la visita de Ortiz-Monasterio, Valiente destacó que es «un placer aprender con el maestro».