La Guardia Civil sitúa a once asesinos a sueldo de ETA en primera línea de los comandos de la banda terrorista

Los servicios de Información de la Guardia Civil han elaborado un nuevo organigrama de ETA en el que sitúan a once 'liberados' (asesinos a sueldo) en primera línea de la banda tras el alto el fuego indefinido roto el pasado junio. La última radiografía de los especialistas del Ministerio del Interior muestra una ETA hecha de retazos, en la que se mezclan activistas con experiencia, huidos de la 'kale borroka', terroristas desconocidos sin antecedentes y fugados de diferentes comandos. Todos ellos, bajo las órdenes de Garikoitz Aspiazu Rubira, 'Txeroki'.

Aspiazu, la gran obsesión de las fuerzas de seguridad y el jefe de los comandos militares de ETA desde hace cuatro años, encabeza el nuevo listado, tras la confirmación, después de la desarticulación del comando de la T-4, de que este terrorista sigue moviendo los hilos de los 'comandos' desde la cúpula.

Junto a 'Txeroki' aparecen los nombres de tres de los 19 miembros de ETA que figuran en las listas de terroristas más buscados de la Dirección General de la Guardia Civil. Se trata de Oier Eguidazu Bernas, ex miembro del 'comando Larrano' que perpetró multitud de atentados en Andalucía en el verano de 1996; Itziar Plaza Fernández, ex informante del 'comando Vizcaya' y colaboradora de ETA; y Alejandro Zobarán Arriola, miembro del 'comando Urederra' de ETA desarticulado por la Guardia Civil en primavera de 2007 en Guipúzcoa y que había recopilado información sobre 430 objetivos para atentar.

Los mandos de la lucha antiterrorista subrayan que el hecho de que sólo tres de la veintena de terroristas más buscados hayan entrado en esta lista no significa en modo alguno que el resto de pistoleros hayan abandonado la organización o se encuentren en la reserva.

Según las últimas informaciones de la Guardia Civil, hasta el entorno de confianza de Txeroki también habrían llegado tres ex activistas de la 'kale borroka', supuestamente encuadrados en los comandos, que dieron el salto a ETA para evitar ser condenados.

Son Andoni Cengotitabengoa Fernández, que huyó en 2003 para no cumplir los 13 años de cárcel a los que le condenó la Audiencia Nacional por su participación en varios actos violentos durante la Semana Grande de San Sebastián en 2000; Aitor Mokoroa González, detenido y puesto en libertad en septiembre de 2002 acusado de participar en el ataque contra un autobús y posteriormente huido a Francia; y Garikoitz Ibarlucea Murua, para quien la Fiscalía pedía 80 años de cárcel por su participación en numerosos ataques en Guipúzcoa entre 1999 y 2002.

Una prioridad

En los últimos días se han incorporado a la lista de la Guardia Civil los dos activistas del 'comando Elurra' de ETA, desarticulado el pasado 6 de enero, que lograron escapar al cerco policial: Mikel San Sebastián Gaztelumendi y Joseba Iturbide Otxoteko. La captura de estos dos terroristas, acusados de ser autores materiales del atentado de la T-4, se ha convertido en una prioridad absoluta para el instituto armado.

Junto a ellos, figuran las identidades de otros dos activistas hasta ahora totalmente desconocidos y de los que no constaban antecedentes: Rafael Santiago Azcolain Garmendia y Germán Domingo Olalde Etxeberria.