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C. MARTÍN
Sábado, 3 de noviembre 2007, 03:17
La familia Ruiz ha habilitado una antigua fábrica de pieles que existía en las proximidades de la estación AVE Antequera-Santa Ana como crematorio. Se trata del primer edificio de estas características que hay en la comarca de Antequera y del segundo, tras el de Álora, que se registra en el interior de la provincia y tiene como objetivo dar respuesta a la creciente demanda poblacional de incineraciones. No en vano, un 60 por ciento de los cadáveres de la provincia son cremados mientras que sólo un 40 % se inhuman.
El Parque Funerario de la Comarca de Antequera, como se llama el crematorio, fue ayer inaugurado por el alcalde, Ricardo Millán, y por los cuatro hermanos que integran la empresa familiar. La instalación, que ha supuesto una inversión de un millón de euros, se ha levantado sobre 10.000 metros cuadrados y dispone de un tanatorio que podrá ser utilizado previo a inhumaciones.
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