
M. M.
Miércoles, 25 de julio 2007, 20:15
Ocupa el sillón de decano del Colegio de Abogados de Málaga desde hace ocho meses y, aunque uno de sus objetivos prioritarios es el de mejorar la imagen que la sociedad tiene del abogado, concentra también sus energías en procurar que su trabajo diario en los tribunales sea cada vez menos dificultoso. No resulta fácil porque los problemas que presenta el sistema judicial son muchos y «no se solucionan aumentando de forma ilimitada los juzgados, los jueces y funcionarios».
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¿Cuatro años después de su puesta en funcionamiento, qué opinión tienen los abogados de los juicios rápidos?
La opinión más generalizada es que ha agilizado bastante el funcionamiento de la Administración de Justicia. Es un sistema que está siendo muy apropiado para los casos que no son complejos porque se obtiene una resolución en un breve espacio de tiempo. Eso es bueno porque beneficia a los ciudadanos. A veces, la celeridad con que se desarrollan resulta un inconveniente cuando los asuntos tienen cierta importancia, pero en general se consigue gestionar los procesos de manera mucho más ágil.
¿Qué ventajas y qué inconvenientes le ven ustedes a las sentencias de conformidad?
La sentencias de conformidad llevan aparejadas una rebaja considerable de la pena, un tercio del total, lo cual resulta muy beneficioso para los acusados en casos donde el delito es flagrante y hay poca posibilidad de defensa. Es verdad que en algún momento puede surgir un conflicto de intereses: el de demostrar la inocencia con la presión que ejerce la celeridad con la que se desarrolla el proceso y, por otro, el interés que representa obtener una rebaja sustancial de la condena. Pero en general, las resoluciones son casi siempre justas.
Sin embargo, al final la justicia rápida parece que hace aguas por la lentitud con la que acaban ejecutándose las sentencias.
Eso es cierto. Lo de las ejecutorias (sentencias pendientes de ejecutar) es un problema muy grave. La justicia consiste en hacer justicia y en ejecutarla. De nada sirve la justicia rápida si no se cumplen también rápidamente las sentencias. Las ejecutorias son la asignatura pendiente de la justicia. Hacen falta más medios.
El Colegio de Abogados se ha venido quejando reiteradamente de la falta de puntualidad en los juicios. ¿Qué otras cuestiones son motivo de queja?
Sí, además de la falta de puntualidad en el sentido de que no se celebren a su hora, otra reivindicación importante es que los procesos se resuelvan en un plazo de tiempo razonable. La justicia española tiene muchos problemas y está pendiente de una importante reforma para la que se necesita un gran consenso político. Los problemas que presenta el sistema judicial no se solucionan aumentando, si más, de forma ilimitada de juzgados, jueces y funcionarios. Hay que ir al fondo de la cuestión y llevar a cabo, entre otras, la reforma de la oficina judicial, utilizar las nuevas tecnologías avanzando en la firma electrónica, en el sistema de notificación etc.
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