Pilar Oriente, directora del Instituto de la Mujer: «Soy muy 'disfrutona'; hay meses en los que se me pone la cuenta en rojo»

'CUIDADO, el machismo mata'. El mensaje que preside su calendario delata su vena feminista. ¿Qué le inspira?

Sobre todo, un deseo profundo de que cambie la mentalidad de las mujeres de este país y por fin desaparezca el maltrato. Esa es mi utopía. Para ello es necesario que cambien las formas de ver las cosas no sólo de los hombres, sino también de las propias mujeres que muchas veces no no damos a valer ni nos hacemos visibles. Por su parte, ellos deben ayudar más en casa y ello sería más fácil si entendieran que un hogar tiene las misma áreas que una empresa. Tiene departamento de compras, relaciones públicas, recursos humanos...

Sí, sí... Eso cuénteselo a más de uno que no se mueve del departamento del sofá.

(Risas) Efectivamente. Aunque yo creo que hoy día tenemos más instrumentos para conseguir implicarlos y tarde o temprano lo lograremos.

Crucemos los dedos. No en vano usted es una persona optimista. Irradia energía positiva.

¿Ay, qué bien!

En serio. ¿Cómo hace para tener siempre una sonrisa en la recámara?

Supongo que la experiencia te lleva a plantearte que la actitud negativa te va dificultando la vida. Es preferible decir: 'Los pensamientos negativos fuera'. Le doy la orden al cerebro y los positivos 'palante'. Así te sale mejor el trabajo y consigues buenos resultados.

A usted le ha ido bien así...

Así es.

A eso le habrá ayudado también su cara de buena gente. Porque la tiene.

Yo creo que soy buena persona, la verdad es que sí. Aunque a veces eso me ha dado disgustos porque siempre hay alguien que intenta abusar. Eso sí, no soy nada rencorosa ni le guardo mal rollo a nadie.

Puede presumir de ser una de las históricas del PSOE en Málaga y una mujer guerrera. ¿Las nuevas generaciones están enterrando el hacha?

Bueno, la realidad es que cuanto más difícil tienes la vida y más impedimentos te encuentras más guerrera te vuelves. Las mujeres que vivimos la Transición lo encontramos todo tan difícil que tuvimos que luchar. Hoy, sin embargo, las condiciones de vida son más cómodas y eso ha influido. Pese a todo, cuando una mujer se encuentra problemas para compatibilizar la vida laboral y familiar entiende que hay que sacar el hacha.

Sí, porque mucho hablar de conciliación, pero lo cierto es que la palabra sigue estando hueca.

Efectivamente, queda mucho por hacer. Las mujeres seguimos soportando toda la responsabilidad de la casa y de los hijos.

Por cierto, ¿a qué político pondría a fregar platos para darle un escarmiento?

(Risas) A cualquiera. Las mujeres deberíamos hacer de vez en cuando una huelga de brazos caídos en casa.

Pero no se ha mojado...

¿A quién pongo a fregar platos, Dios mío? Pues podríamos poner, por ejemplo, a los hermanos polacos. Al presidente del Gobierno y a su hermano gemelo que han prohibido el topless en las playas, la homosexualidad. Vaya, unos impresentables. Pues eso, que fregaran los platos a dúo.

Usted llevará los pantalones en casa, ¿o en casa del herrero...?

Sí que he ejercido. He tenido dos parejas a lo largo de mi vida y con ellas siempre he tenido una especie de reparto de trabajo. Por ejemplo, de la cocina yo no me ocupaba nada.

¿No le gusta cocinar?

¿Uy, no! Nada. Por eso yo siempre me he encargado del resto de tareas como la ropa, etc, para compartir la responsabilidad. A mis hijas también las he educado en la igualdad, pero no con grandes discursos, simplemente con el ejemplo.

Usted es economista, ¿no?

Así es, estudié en Málaga.

¿Algún truco para cuadrar las cuentas a fin de mes con las hipotecas?

No sé. No tengo truco. De hecho no soy una persona muy ahorradora.

O sea, que no lleva las cuentas

No. Confieso que soy un poquito desastre. Y claro, luego hay meses que me llevo el tropezón y se me pone la cuenta en rojo.

Vaya, que le da bien a la Visa.

Más que gastosa yo diría que soy 'disfrutona'. Me gusta mucho salir con mis amigos a comer. Y a lo tonto a lo tonto se te va el dinero. Sobre todo en verano, porque en invierno si soy más casera.

¿Algún rincón para perderse?

Tengo uno secreto pero no te lo puedo revelar porque entonces me pillan. Es un chiringuito de El Palo. Allí me cae la tarde, a veces la noche...

Es de las que se lían fácilmente...

Totalmente. (Risas). Además de este hay otro rincón muy mío que es la playa de Bolonia, en Tarifa.

Claro, porque usted es de Algeciras. Y le tira el Levante...

El olor del estrecho me tira y procuro hacer una visita todos los años. A final de mes ya estoy pendiente de los vientos. El año pasado tuve la suerte de que me tocaran en calma.

Y seguro que se lleva un buen libro, porque le apasiona la lectura, ¿no?

Llevo varios. Precisamente ayer estuve haciendo limpieza en la mesita de noche donde tenía dos montañas. Tengo previsto llevarme el último de Almudena Grandes, 'Cuatro años en Paris' de Victoria Kent y 'El alma está en el cerebro' de Punset.

Fue concejala, ¿añora el Ayuntamiento?

En el 79. Son etapas que se viven. Nunca lo olvidaré, de hecho tengo aquellos años muy idealizados. Éramos todos muy jóvenes, con la locura de la Transición, deseando cambiar la ciudad. Me gustaba lo bien que nos llevábamos. La política era menos agria. Teníamos discusiones, pero nunca caíamos en el insulto personal.

Hace un par de años accede al IAM con el reto de ayudar a las mujeres a ser más felices. ¿Cuál es su pócima de andar por casa?

Yo soy feliz con pequeñas cosas como la música. Cuando llevo unos cuantos días sin escucharla la necesito.

¿Y qué suena en su coche?

Ahora tengo 'La flauta mágica' y el 'Trovatore.' A veces cuando llega un coro subo mucho el volumen y me doy cuenta de que en los semáforos me miran.

Claro. Es que en un coche pega llevar fuerte un 'reggaeton'. Pero una ópera...

(Risas) Claro, así pensarán : 'Esta loca, ¿ a dónde va?'.

Por cierto, está divorciada. ¿Mejor sola que mal acompañada?

Siempre. Aunque las estadísticas dicen que son más felices quienes viven en pareja.

Bueno, pero las estadísticas dicen tantas cosas...

Pues eso. 'C