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ENRIQUE VÁZQUEZ
Martes, 24 de julio 2007, 19:20
PREDICADOR incansable, el número dos de al-Qaeda, el médico egipcio Ayman al-Zahawiri, hizo circular ayer su octavo video en lo que va de año y fue, si recordamos bien, el más largo: más de hora y media. Desdeñar como propaganda lo que dice quien pasa por ser el gran teórico de la base y mentor explícito del semi-desaparecido Bin Laden, sería un error. El refranero ayuda aquí a quien tiene la obligación de conocer al adversario: «del enemigo, el consejo», dice la sabiduría popular, y en esa onda hay mucho de interés en el largo documento. Tres partes son muy claras: la primera es un llamamiento a los musulmanes para que combatan política y militarmente si pueden (alistándose en Irak, Afganistán o Somalia) a cruzados y sionistas; la segunda es un ataque feroz al régimen saudí (Bin Laden es saudí, aunque despojado de su nacionalidad y el propio al-Zahawiri, egipcio); y la tercera una defensa del 'Estado islámico de Irak', el paraguas de al-Qaeda en el país mesopotámico.
En la primera, sin novedad, aunque anotamos la afirmación de que miembros de al-Fatah son espías de Israel (lo que no es una sorpresa porque Israel ha infiltrado hace mucho tiempo a la resistencia). La dedicada al reino saudí excede en tamaño y detalle a las diatribas habituales y ofrece un dato curioso: se detiene en el escándalo de la venta de armas británicas a Ryad que habría reportado al príncipe Bandar bin-Sultán comisiones gigantescas (negadas por el interesado).
El público saudí, es verdad, no puede opinar sobre el particular y se ha enterado por la prensa internacional y sobre todo británica, que ha hecho un esfuerzo grande al respecto pese a la actitud del gobierno Blair, que, por razones de 'interés nacional' canceló una encuesta oficial al respecto y se lo dejó fácil a Gordon Brown. Lo de Iraq es muy significativo porque el autor baja a la polémica en curso entre al-Qaeda, sunní hasta las cachas, y otros factores insurgentes locales también sunníes y hostiles a la ocupación, pero muy críticos con los métodos y la estrategia de la red terrorista por razones de oportunidad política.
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