Fuengirola vende unas playas de bandera

Hablar de la oferta turística de Fuengirola es hacerlo de una ciudad repleta de alternativas de ocio y cultura, capaz de acoger desde un congreso profesional hasta una feria multicultural con un millón de visitantes. También es hacerlo de una ciudad que destaca por la limpieza de sus calles o por el buen estado de sus parques y jardines, pero sobre todo, es hacerlo del santo y seña de la Costa: el sol y playa. Un exitoso binomio que en Fuengirola se pone especialmente de relieve con la calidad de sus casi ocho kilómetros de franja litoral, como lo demuestra el hecho de que, por segundo año consecutivo, las siete playas de la localidad (Carvajal, Torreblanca, Los Boliches-Las Gaviotas, San Francisco, Fuengirola, Santa Amalia y El Castillo) han sido galardonadas con las banderas azules, siendo el único municipio del país con pleno de banderas azules y el más premiado de Andalucía. A modo de ejemplo, basta señalar que en Fuengirola ondean un tercio de las 21 enseñas concedidas a la provincia o que la localidad reúne más banderas azules que el País Vasco o la provincia de Granada.

Detrás de este reconocimiento que cada año concede la Fundación Europea de Educación Ambiental no sólo está la materia prima del litoral fuengiroleño integrado en pleno casco urbano, sino también un concienzudo y permanente trabajo del Ayuntamiento, consciente de la importancia de mantener en buen estado las playas no sólo en la temporada estival, sino durante todo el año. Especialmente en lo que se refiere a limpieza y cribado de la arena, con un servicio operativo que se extiende desde enero a diciembre y que cuenta con un dispositivo de refuerzo tanto en Semana Santa como en verano (se prolonga hasta mediados de octubre, coincidiendo con la Feria del Rosario), con turnos que llegan a cubrir mañana y tarde de lunes a domingo. Además, el entorno cuenta con un servicio de recogida selectiva de residuos y, en el caso del agua, se realizan análisis de forma permanente cada 15 días.

Accesibilidad

La accesibilidad, complementada con la instalación de una zona adaptada y reserva de aparcamientos para personas con discapacidad en cada una de las playas, es otro de los baluartes de la costa fuengiroleña y también uno de los principales parámetros que la citada fundación establece a la hora de otorgar sus banderas azules. Asimismo, también se tienen en cuenta aspectos como la sanidad, seguridad, información y gestión ambiental del frente litoral, así como los servicios que se ofrecen que, en el caso de Fuengirola, destacan las zonas náuticas, los parques infantiles, los equipamientos deportivos y los aparatos biosaludables.

Aunque la oferta gastronómica es tan variada como las cartas de los chiringuitos y restaurantes del paseo marítimo, los que prefieran optar por la barbacoa también tienen un espacio habilitado para ello en la playa del Castillo, con una decena de barcas que pueden ser utilizadas por cualquier bañista siempre y cuando haya solicitado el permiso previo en la Jefatura de la Policía Local.